La noticia de que al menos dos de los candidatos bajo sospecha en las oposiciones a la Policía Local de Alicante tienen vínculos directos con importantes cargos socialistas de la ciudad ha dado un giro inesperado a la investigación iniciada por el Ayuntamiento. Como desveló EL ESPAÑOL, el sobrino del histórico dirigente Ángel Franco y un pariente de su delfín, el exedil de Recursos Humanos y asesor de la Conselleria de Sanidad, Carlos Giménez, están entre los mejor posicionados para conseguir una plaza. Giménez fue además senador socialista después de que el propio Franco le cediese el puesto en la lista electoral.
Ángel Franco no es un socialista más. Es el principal apoyo con el que cuenta el secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, en la ciudad de Alicante. Desde hace tres décadas controla la minoría mayoritaria de la militancia en la ciudad.
Tambié, su aliado cuando hay elecciones, y en un colaborador necesario para imponer su peso orgánico a nivel provincial. Esta alianza no le sirvió en la reciente elección del líder provincial del partido: Toni Francés, candidato de Puig y Franco, perdió por menos de 100 votos frente al sanchista Alejandro Soler el pasado mes de enero.
Así las cosas, las pesquisas se centran en el proceso de selección, en el que participa el tribunal que evaluaba a los candidatos. Y ahí figuran el actual jefe de la Policía Local de Alicante, una funcionaria del grupo A1 del Ayuntamiento y tres vocales, de los cuales dos son designados por el Ivaspe (Instituto Valenciano de Seguridad Pública y Emergencias, de la Generalitat). El tercero de los vocales es el jefe de la Policía Local de Xàtiva, nombrado directamente por el presidente del tribunal.
En el caso del Ivaspe, dependiente de la Conselleria de Justicia, su integración en el tribunal viene recogida por la Ley, pero su participación en las oposiciones da una nueva dimensión al caso desde el momento en el que se sabe que algunos de los supuestos beneficiados están relacionados con el líder del PSOE local, uno de los principales aliados de Ximo Puig en la provincia.
El propio presidente de la Generalitat pidió el pasado martes "llegar hasta el final de todo lo que ha pasado" y afirmó que, de "haberse hecho las cosas de una manera errónea o negativa", habrá que "rehacer el proceso y después tomar las consecuencias políticas que sean necesarias". También entró en el tema la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, quien aseguró que pediría informes a los dos vocales del Ivaspe. De nuevo, todo antes de trascender que algunos de los aspirantes tenían vinculaciones con cargos socialistas.
En este sentido, la Agencia Antifraude valenciana ha advertido de que una de cada cuatro denuncias que recibieron en 2021 tiene que ver con oposiciones a la Policía Local, y ha propuesta a la Adminsitración autonómica imitar el 'sistema vasco', donde la composición del tribunal siempre es la misma independientemente del municipio, para evitar estas situaciones.
Los sindicatos, en silencio
Desde que estalló el caso de los presuntos enchufes los sindicatos municipales han mantenido silencio respecto al presunto escándalo en las oposiciones a la Policía Local de Alicante, donde 60 de las mejores notas tienen algún tipo de relación con agentes del cuerpo o políticos. Algunos de los nombres que han trascendido sobre las plazas, de hecho, tienen que ver con ellos: el hijo de la exlíder de UGT en el Ayuntamiento (ya jubilada), Marisa Navarro, es uno de los policías con mejores notas.
En este sentido, y según ha posido saber este diario, el Sindicato de Policías Locales y Bomberos (SPLLB) ha emitido una orden interna desde la Secretaría Provincial en la que se indica que "ningun representante" de la organización "realizará ninguna declaración pública al respecto", hasta que el "Ayuntamiento de Alicante, o en su caso Fiscalía o juzgado resuelvan lo que proceda".
En ese mismo comunicado el sindicato reconoce que se han recibido "quejas de varios afiliados que están como aspirantes aprobados en dicha oposición", aunque sin especificar en qué sentido.