El consulado honorario de Ucrania en Valencia ha solicitado a la Delegación del Gobierno más medidas de protección tras la agresión sufrida por un residente ucraniano en Torrevieja a manos de tres ciudadanos rusos. En este sentido, han pedido que se ejecute con la mayor celeridad posible el artículo 89 del Código Penal que contempla la expulsión del territorio español a un ciudadano extranjero cuando la pena impuesta excede un año de prisión.
Tal como publicó EL ESPAÑOL, los hechos ocurrieron el pasado en un bar de la localidad y fue captado por las cámaras de seguridad del local. En él se puede ver la agresión, perpetrada después de que la víctima gritase "¡Gloria Ucrania!" El Consulado considera estos hechos como un posible delito de odio, además de lesiones.
"Recientemente se ha demostrado la convivencia pacífica de la creciente comunidad ucraniana y que la preocupación de las autoridades por la seguridad de la comunidad rusa era totalmente infundada", indicaron fuentes diplomáticas, quienes aseguran que "no son las primeras agresiones de ciudadanos rusos a ucranianos, amenazas de muerte en redes sociales a las asociaciones ucranianas o ruedas pinchadas".
Por ello, ha solicitado a la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana "una mayor protección y el refuerzo en la persecución de los delitos de odio".
"Pedimos también que, en las condenas por delitos de odio, se ejecute con la mayor celeridad posible el artículo 89 del Código Penal que contempla la expulsión del territorio español a un ciudadano extranjero cuando la pena impuesta sea superior a un año", señala el consulado.
"Es el momento de mandar un mensaje claro a todos aquellos residentes extranjeros que apoyan dictaduras, agreden a minorías violando derechos fundamentales y sin embargo disfrutan de una residencia en un país democrático como España", concluye.
El detonante: la paliza en Torrevieja
El suceso de Torrevieja se originó cuando la propietaria del establecimiento explicó a los tres clientes de nacionalidad rusa que no podía darles una nueva consumición porque ya era tarde y debía cerrar el local.
A continuación, Ruslan Povolvyy, amigo de la dueña del bar, trató de interceder y también les pidió que abandonaran el lugar. Pero al hablar, los tres varones rusos se empezaron a poner más nerviosos al intuir, por su acento, su lugar de origen: Ucrania. "Me preguntaron de dónde era", ha explicado a la televisión autonómica À punt. "Les contesté que de Ucrania" y añadió: "Gloria Ucrania".
Una de ellas decide entonces llamar a la Policía mientras la otra sale del bar y entra poco después. Mientras, el ucraniano cae derribado al sueño tras varios puñetazos y manotazos en la cara.
Es entonces cuando la emprenden a patadas contra él sin que la propietaria pueda hacer nada por separarles. Tras un minuto y medio de golpes, cuando parece que los agresores van a marcharse, uno de ellos da una patada en la cara de la víctima cuando este estaba de rodillas, dejándolo semiinconsciente.
La paliza ha provocado indignación en esta localidad del sur de la Comunidad Valenciana. Además de la investigación abierta por la Guardia Civil, la agresión ha motivado una concentración de varios compatriotas ucranianos para mostrar su rechazo.