Era cuestión de tiempo que, en un municipio con alta población rusa y ucraniana como es Torrevieja, hubiera un encontronazo entre estos residentes derivada de la tensión por el conflicto bélico desatado por Putin. El resultado es la nariz rota y diversas contusiones en todo el cuerpo del ucraniano Ruslan Povolyy, quien este miércoles denunció en la Guardia Civil de la localidad alicantina la brutal agresión.
Como se pueden ver en las imágenes del bar donde ocurrió el suceso este pasado domingo, a las que ha tenido acceso El Español De Alicante, la paliza se originó cuando la propietaria del establecimiento explicó a los tres clientes de nacionalidad rusa que no podía darles una nueva consumición porque ya era tarde y debía cerrar el local.
A continuación, Ruslan Povolvyy, amigo de la dueña del bar, trató de interceder y también les pidió que abandonaran el lugar. Pero al hablar, los tres varones rusos se empezaron a poner más nerviosos al intuir, por su acento, su lugar de origen. "Me preguntaron de dónde era", ha explicado a la televisión autonómica À punt. "Les contesté que de Ucrania" y, como reconoce, añadió: "Gloria Ucrania".
Inmediatamente, los tres varones, que según fuentes consultadas de la Guardia Civil ya han sido identificados a la espera de sus detenciones, la emprendieron a golpes con él. En un primer momento, la dueña y otras dos mujeres tratan de separarlos, sin éxito, llegando a arrinconar al hombre entre la pared del local y la puerta de los aseos.
Una de ellas desiste pronto para avisar a la Policía, a lo que otra, que porta un perro atado con correa, también sale del bar para volver a entrar poco después. Mientras, el hombre ucraniano de mediana edad cae derribado al sueño tras varios puñetazos y manotazos en la cara.
Es entonces cuando la emprenden a patadas contra él sin que la joven propietaria pueda hacer nada por separarles, llegando a ser empujada en varias ocasiones. Poco después, cuando parece que van a cesar y marcharse, uno de ellos da una patada en la cara de la víctima cuando este estaba de rodillas, dejándole semiinconsciente.
Antes de marcharse tras protagonizar una paliza que ha durado un minuto y medio, uno de ellos se encara con la mujer, que rompe a llorar mientras Ruslan Povolvyy sigue de rodillas sin lograr levantarse.
Por último, a la denuncia formulada por este ciudadano en el cuartel de la Guardia Civil de Torrevieja le ha seguido in situ una concentración de rechazo de una veintena de compatriotas ucranianos.