"¿Qué os parece un plan para 2023? Si Chanel gana propondré formalmente a Valencia para que sea la ciudad que acoja la próxima edición. Es una cuestión de voluntad, no monetary". Con este mensaje en Twitter el alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha anunciado su intención de impulsar la candidatura de la capital autonómica en caso de que la canción que representa a España, SloMo, consiga la victoria en la final del fin de semana que viene en Turín.
La cuestión es que las palabras de Ribó chocan con las intenciones del presidente de la Generalitat, Ximo Puig: apostar por Benidorm, ciudad que este año ha acogido la gala de selección del candidato español y que pretende mantener una continuidad con acuerdo con RTVE. De hecho, los empresarios alicantinos estaban informados de que la idea del Consell era proponer la capital turística de la Costa Blanca como sede del festival, con la intención de vincular la marca al gran evento europeo.
Es más, según ha podido saber este diario, las palabras de Ribó han sido interpretadas como "una deslealtad" hacia el proyecto de promoción, uno de los más importantes de los últimos años para la provincia de Alicante y un impulso para un sector que ha pasado dos años con las cifras de negocio prácticamente a cero.
Las mismas fuentes recuerdan que Valencia ha acogido eventos más costosos que el Benidorm Fest, como la Gala de los Goya, o que también será la sede de la fase de grupos de la Copa Davis. "Ahora también quieren el festival de Eurovisión", indicó un empresario turístico a este diario. "Menos mal que esto iba de descentralizar".
El proyecto de Ximo Puig de promocionar Eurovisión en Benidorm llega por la tradicional vinculación de la ciudad con la música, y muy especialmente por el Festival de la Canción que en su día uno de los certámenes más importantes de Europa y que funcionaron de plataforma de promoción para artistas como Julio Iglesias.
Desde Benidorm, por ejemplo, se emitirán los votos del jurado español para la final del 14 de mayo, en el transcurso de un evento que están organizando conjuntamente el Ayuntamiento de la capital turística y RTVE. Nieves Álvarez será la encargada de trasladar la puntuación desde España, según han informado fuentes municipales.
La final del Benidorm del 29 de enero Fest fue, además, un éxito rotundo de audiencia para RTVE. Con un 21 % de share y una media de casi tres millones de espectadores, no solo fue lo más visto del día, sino también del año para la cadena pública. Entre las tres galas que se celebraron en la ciudad sumaron más de 10 millones de televidentes, un dato que organización y empresarios han calificado de "absoluto éxito".