La oposición en las Cortes Valencianas al Consell del Botànic ataca duramente los cambios presentados por Ximo Puig en su primera remodelación al frente de la Generalitat. Caro, ineficaz y electoralista son algunos de los adjetivos que acompañan las críticas del presidente del Partido Popular de la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón, y la síndica de Ciudadanos, Ruth Merino.
Mazón es quien se ha expresado con más contundencia este sábado sobre el nuevo equipo. Para empezar porque ha asegurado que las salidas de Ana Barceló y Vicent Marzà del Consell "demuestran el fracaso en Sanidad y Educación, áreas marcadas por las condenas judiciales y por el sectarismo".
Mazón se ha pronunciado así en un comunicado de esta formación en el que ha afirmado que el Consell "tiene un problema que va más allá de los nombres: es un proyecto que va cuesta abajo y que no sabe dar respuesta a los ciudadanos".
Y si hay una cosa que ha querido subrayar en particular es precisamente lo que no ha cambiado. Mazón ha afirmado que le parece "sorprendente" que Mónica Oltra "siga estando al frente de las políticas de menores tras su gestión en el caso de abusos a una menor tutelada, de tener hasta 13 personas de su equipo imputadas y con una petición de imputación que pesa sobre ella. Parece que a Puig esta gestión nefasta le parece bien".
El Consell más caro
El dirigente popular ha señalado que la remodelación anunciada por Puig "es insuficiente porque no recorta estructura ni asesores y sigue siendo el Gobierno valenciano más caro de la historia" y ha lamentado que la provincia de Castellón se quede sin representación en las Consellerias y que Alicante pierda un representante.
Mazón ha señalado que "después de un sainete que ha durado nada menos que 15 días y después de las acusaciones cruzadas entre miembros del Consell, ya va siendo hora de que el tripartito deje de mirarse el ombligo y se ponga a trabajar".
"A los ciudadanos de la Comunitat no les preocupa una remodelación de Gobierno, lo que les preocupa es poder llegar a fin de mes, que les bajen los impuestos, les preocupa la factura de la luz y la gasolina. Y nadie en el Gobierno valenciano los escucha porque están a otra cosa".
Electoralismo
Los argumentos de Ruth Merino en Ciudadanos se han dirigido a que "se ha confirmado" que estos cambios se han hecho por "meras razones partidistas, para reforzar los movimientos electorales que más convienen al presidente Ximo Puig de cara a un año preelectoral, pero en absoluto se van a traducir en mejoras para la Comunitat Valenciana".
El comunicado de la formación que recoge Efe reitera también en particular las críticas a la gestión de Barceló en Sanidad o a Vicent Soler por "el fracaso en la reforma del sistema de financiación autonómica, que no llega nunca". Y ahí ha lamentado que "la supuesta reforma del Consell no responde a ninguna de estas razones".
Pero si alguien ha recibido más los dardos de Cs es Compromís por su labor en Educación. Merino ha subrayado "el peligro" que supone dejar esta área tan importante en manos de esta misma formación "que, con su sectarismo ideológico, pone en jaque la educación de las futuras generaciones de valencianos".
Eso sí, el balance de Cs reconoce un mérito a los nombres propuestos por Puig. De Miguel Mínguez, el nuevo responsable de Sanidad en sustitución de Barceló, ha celebrado que "por fin, Puig haya escuchado las peticiones de Cs y haya optado por la vía más sensata, colocando a un profesional independiente para dirigir el sistema sanitario de todos los valencianos".