Alicante

Las imágenes de un jabalí saliendo del agua en la playa del Albir y atacando a una turista han dado la vuelta por toda España. Sin embargo, más allá de la anécdota puntual, lo cierto es que la proliferación de estos animales en áreas urbanas está siendo un "problema creciente" en la Comunidad Valenciana, hasta el punto de que más de la mitad de los municipios lo sufren y la Conselleria de Agricultura ha tenido que modificar una ley para tomar cartas en el asunto. 

Se trata de la orden 22/2021, de 11 de noviembre, por la que se regula la caza y control del jabalí en la Comunidad Valenciana. 

En el preámbulo de la norma se explica que en "el 55 % de los municipios de la Comunidad existe una situación de sobreabundancia de jabalí, entendida esta como la existencia de unas poblaciones excesivas que pueden comprometer la conservación del resto de especies o valores naturales". Esto "genera un nivel de impactos incompatible con el normal desarrollo del resto de usos legítimos del territorio".

"En este escenario de problemática creciente", continúa la Administración autonómica, "resulta necesaria una nueva regulación dirigida a habilitar técnicas que permitan incrementar la eficacia de las acciones de caza y control, limitar situaciones que favorezcan el fomento de la especie y en definitiva, actualizar un marco normativo inadecuado para el escenario previsto". El objetivo de la norma es agilizar "los trámites y procedimientos" para adecuarse a este escenario. 

Tipos de caza

Así, el Consell contempla la caza de estos animales mediante cuatro técnicas. por un lado, estaría la del gancho, que es "aquella cacería en la que, con ayuda de un máximo de 30 perros, se bate una extensión de terreno o mancha, donde previamente se han apostado cazadores y cazadoras en los puntos previsibles de huida de las piezas". El número máximo de cazadores está limitado a 15. 

También se prevén batidas, una modalidad organizada, al igual que los ganchos, pero que supera una de las dos cantidades anteriores. "El número de puestos por batida no excederá de 60 sin existencia de límite en el número de perros".

La tercera forma se denomina "al salto o en mano", que es cuando no se sitúan cazadores y cazadoras apostados en los puntos previsibles de huida de las piezas. El uso del rifle en esta modalidad está prohibido. No obstante, dependiendo del estudio de cada caso "a partir del plan técnico de ordenación cinegética o de la solicitud de autorización extraordinaria, se podrá autorizar su empleo".

La última es el rececho: cuando los cazadores, sin ayuda de ojeadores ni perros (salvo los utilizados para seguir el rastro de la pieza una vez herida), buscan en solitario o en compañía la pieza a batir. Esta modalidad podrá ser complementaria a otras autorizaciones de especies de caza mayor.

La ley también contempla el uso de algunas técnicas de control o gestión en el número de ejemplares. Una de ella es la utilización de estructuras móviles cuyo cierre, una vez haya entrado el animal, "se produzca por accionamiento de un sistema automático". 

El funcionamiento de estas jaulas debe cumplir los criterios de bienestar animal fijados por accionamiento de un sistema automático y los criterios de homologación de métodos de captura previstos en la Ley 42/2007 de Conservación del Patrimonio Natural y la Biodiversidad.

La norma contempla que "la querencia o entrada de los jabalíes podrá favorecerse con la utilización de alimento en el interior de la jaula". Además, "los jabalís capturados no podrán ser trasladados en vivo y deberán ser sacrificados en el sitio". Para ello, entre el personal a cargo de la vigilancia y manejo de las estructuras de captura se contará con personal habilitado para el control de predadores.

Noticias relacionadas