La Generalitat Valenciana admitió en otoño del año pasado que la población de jabalíes se ha incrementado tanto que más de la mitad de los municipios de la Comunidad Valenciana tiene problemas por este hecho. De hecho, tuvo que modificar las leyes para intentar atajar el problema.
Ante la Orden 22/2021 de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica por la que se regula la caza y control de jabalí en la Comunitat Valenciana, la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana dijo sentirse “ignorada”. Y mediante un comunicado manifestó que "algunas modificaciones son abusivas” para el cazador.
Ante una nueva temporada de caza y cuando los ayuntamientos buscan soluciones al problema, la presidenta de la Federación, Lorena Martínez, asegura a EL ESPAÑOL que La sobrepoblación de jabalí "va en aumento independientemente de que cada vez haya más capturas".
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Para Martínez las razones están claras: el abandono de cultivos y los cambios en el paisaje. "Ahora estos animales se acercan más a las áreas urbanas porque no tienen depredadores naturales, tan sólo lo que pueda hacer el ser humano". "Los cazadores lo tienen muy complicado para su reducción y encima se encuentran con trabas, como la inexistencia de puntos donde llevar la carne de caza, no saben qué hacer con ella".
Según explica Martínez esa carne se puede vender pero para eso primero tiene que pasar unos controles sanitarios que no existen prácticamente en la Comunidad. Incluso para autoconsumo hay que hacer una prueba de triquinosis. Y hay muy pocos veterinarios en la Comunidad Valenciana que puedan hacerla.
La Federación de Caza considera que las administraciones deberían crear estos puntos y facilitar los análisis. "En otras comunidades autónomas se hace, se lleva la carne, se saca muestras y se refrigera hasta conocer los resultados de las muestras. Y sólo así puede venderse la carne de cazadores. En Castilla-La Mancha en casi todos los pueblos tiene uno de estos puntos. Aquí sería necesario crear esa red. Y no se trata sólo de venderla, puede donarse la carne porque los cazadores sólo pueden utilizar parte para el autoconsumo".
La legislación
En opinión de los cazadores la legislación tampoco ayuda. "Cada plan técnico cambia, y algunas medidas son contraproducentes para acabar con la sobrepoblación de algunas especies", manifiesta Martínez.
Y es que en el caso del jabalí, en época de espera cuando no se pueden realizar monterías, el cazador sólo puede cazar desde un puesto y para ello tiene que hacer un reclamo. La última normativa prohíbe la alimentación suplementaria como maíz, por ejemplo, para que se acerquen los jabalís a los puestos. Sólo se puede hacer con aportes naturales. Y se pierde efectividad", afirma la presidenta de los cazadores.
La temporada de caza en la Comunidad Valencia se divide en la época de espera de marzo a septiembre y la de batidas y monterías de septiembre a febrero. "Nos reunimos con frecuencia con la administración para explicarles nuestros problemas, que la realidad no es igual que las leyes, que tenemos un verdadero problema entre manos. Es un problema para todos: la agricultura, los accidentes de tráfico o sanitarios".
Peste porcina
La peste porcina africana está a las puertas, en Francia, y si llega a entrar aquí el problema va a ser grandísimo porque España es la mayor productora mundial de productos porcinos, recuerdan los cazadores.
"Necesitamos medidas realistas. En otras comunidades autónomas se da dinero al cazador por jabalí cazado o capturado o se dan licencias de caza gratis. La caza ha dejado de ser una afición para convertirse en una obligación medioambiental. Porque puede reducir el problema", manifiesta Martínez, que lleva tiempo pidiendo que se ponga en valor la labor medioambiental del colectivo.
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"Aquí, los cazadores hacen el trabajo totalmente gratis, mejor aún, pagando. Los cazadores de la Comunidad Valenciana invierten de sus bolsillos 18,5 millones de euros anuales en mantener el medioambiente, con comederos, bebederos, regeneración de bancales, recuperación de caminos, en vallados", señala Martinez.
Y lo mismo en materia forestal. "Ahora, tras el incendio en el Vall de Ebo los cazadores no van a poder cazar por ley hasta el año 2024, sin embargo, de su bolsillo van a poner dinero para recuperar la diversidad y mantener el equilibrio natural. Eso es lo que no se dice de los cazadores", añade su presidenta.