Andrea Reinosa Redacción | Agencias

Una persona que denunció a un vecino suyo por presuntamente increparle y proferirle expresiones vejatorias por su orientación sexual ha solicitado este martes, a través de su abogado, que se imponga al acusado penas que suman cuatro años de cárcel durante el juicio por esta causa celebrado en la Audiencia de Alicante.

En concreto, por el delito de odio, pide dos años de prisión, junto a la imposición de diez meses de multa, y, por el delito contra la integridad moral, solicita otros dos años de privación de libertad. "Maricón de mierda", "no sabes moverte sin tacones" o "que tu familia te ate", son algunos de los insultos referidos.

También ha demandado que se establezca que el procesado asuma el pago de una compensación de 2.300 euros por los daños morales ocasionados.

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La Fiscalía, por su parte, ha mantenido su petición inicial de un año de prisión, además de multa de ocho meses con cuota diaria de seis euros, mientras que la defensa ha pedido la libre absolución al considerar que los hechos denunciados obedecían a una situación de conflicto vecinal, sin trascendencia penal, desencadenada en la comunidad de propietarios en la que ambos residían, situada en la ciudad de Alicante.

Así, el juicio ha quedado visto para sentencia, con el precedente de una primera resolución judicial condenatoria para el acusado dictada por el Juzgado de lo Penal número 9 de Alicante, en la que se le impone la pena de nueve meses de prisión por un delito contra la integridad moral relacionado con otros hechos similares precedentes, transcurridos entre enero de 2017 y enero de 2018, según ha manifestado el letrado que representa a la víctima.

Esa sentencia no es firme, al estar pendiente de resolución del recurso de apelación presentado por el acusado.

Los nuevos hechos objeto de este segundo juicio por un delito de odio iniciaron a partir del 22 de enero de 2018, cuando la víctima se hallaba dentro de su casa y presuntamente el encausado le gritó desde la calle para insultarle y proferirle términos vejatorios.

La víctima denunció los hechos y, según mantiene la acusación pública, el encausado dejó de molestarle durante unos cinco meses, periodo tras el cual volvió a adoptar la actitud degradante en cada ocasión en la que coincidían, con insultos siempre relacionados con la orientación sexual de la víctima. De acuerdo con la versión del denunciante, esos episodios continuaron hasta octubre de 2019.