El Juzgado de Instrucción de Guardia de Orihuela (Alicante) ha decretado el ingreso en prisión de dos jóvenes de 30 y 32 años acusados de agredir sexualmente a una chica de 31, a la que llevaron a una zona aislada con el objetivo de "mantener un encuentro laboral", tras ofrecerle trabajo.
La Policía Nacional ha informado de que, según consta en la denuncia presentada por la víctima, la mujer aceptó entablar conversación con estos dos varones, que le dieron algo de comer por la situación de precariedad en la que se encontraba la mujer y, tras ello, le agredieron presuntamente de manera sexual, además de robarle un collar.
Tras la denuncia de estos hechos, ocurridos el pasado 10 de agosto, los agentes dieron conocimiento al juez de Guardia y se trasladó a la víctima, de nacionalidad colombiana, al Hospital Vega Baja para la exploración y la toma de muestras biológicas.
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Posteriormente, las diligencias se entregaron al Grupo de Policía Judicial de la Unidad de Familia y Atención a la Mujer de la Comisaría de Orihuela, que se hizo cargo de la investigación. Rápidamente, se desplazaron a la zona para realizar la inspección técnico policial, la recogida de imágenes del recorrido y la toma de declaraciones.
Días después, los dos varones, de nacionalidad marroquí, fueron detenidos en el centro de Orihuela y, durante un registro en el domicilio de ambos, encontraron un collar dorado que le fue arrebatado a la víctima en el momento de la agresión.
Ambos ya han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Orihuela, que ha decretado su ingreso en prisión.
Quebrantar la orden de alejamiento
Por otro lado, la Policía Local de Elche ha detenido a un hombre de 48 años por quebrantar la orden de alejamiento que tenía sobre su exmujer. El pasado 2 de agosto una dotación policial en labores de seguimiento y control en el domicilio de una víctima de riesgo alto de violencia de género observaron a su expareja en el portal de la afectada ubicada en el barrio de Los Palmerales.
Los agentes rápidamente se apearon del vehículo, momento en que el implicado en actitud esquiva se introdujo en el portal. Tras subir hasta el piso de la víctima y no encontrarlo, los agentes tocaron la puerta para comprobar que la mujer se encontraba bien. Allí los hijos de la pareja abrieron la puerta y afirmaron que sus padres no estaban allí, además no les permitieron la entrada a los agentes.
Mientras los agentes dialogaban con ellos para recabar datos, el implicado salió voluntariamente de la casa y afirmó que sabía que tenía una orden de alejamiento, pero que su mujer no estaba en casa y que sus hijos le habían invitado a comer. Al no poder comprobar esta versión, los agentes realizaron varias llamadas al número de la víctima, pero daba apagado. Por este motivo, el varón fue detenido y trasladado a dependencias policiales.