Un hombre ha sido arrestado en la localidad alicantina de San Vicente del Raspeig por tres delitos en un mismo día: quebrantar la orden de alejamiento con su antigua pareja sentimental, manejar un coche robado y por conducción temeraria. Todo ello en una actuación realizada el pasado viernes 17 de noviembre.
Según ha informado el Ayuntamiento del municipio en un comunicado, la Policía Local inició un operativo tras ser alertada de que un vehículo había abandonado el lugar donde había tenido un accidente con otro coche de forma "precipitada y saltándose la mediana que separa los dos carriles con riesgo de atropello de personas y sin dejar dato alguno".
Los testigos del accidente ocurrido en la carretera de Agost permitieron a los agentes averiguar que el vehículo fugado tenía una orden requisitoria por sustracción, por lo que se comenzó una investigación y búsqueda para dar con el paradero del infractor.
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Una llamada telefónica de una mujer fue la clave que permitió dar con él. La denunciante aseguraba que su expareja había quebrantado la orden de alejamiento en el Polígono Canastell de San Vicente del Raspeig tras intentar comunicarse con ella.
Así, las patrullas desplazadas confirmaron que el sospechoso conducía una furgoneta que coincidía a la perfección con fugada en el accidente de tráfico. "En su interior, se encontraba un hombre que, tras las averiguaciones oportunas, fue detenido por estar en posesión de un vehículo sustraído, conducción temeraria y quebrantamiento de la orden de alejamiento que pesa sobre él", afirma el consistorio.
El detenido, de 42 años de edad, ha sido puesto a disposición judicial y el vehículo recuperado ha sido a su vez puesto a disposición de su propietario.
Estafas con SIM móviles
La Guardia Civil de Valencia, en una operación conjunta con Policía Nacional, ha desarticulado una organización criminal dedicada a cometer estafas mediante phishing y SIM swapping. La operación se ha saldado con la detención de 36 personas en las provincias de Valencia y Alicante, como presuntas responsables de defraudar más de 110.000 euros a 15 personas a través de técnicas de ingeniería social.
Tras el duplicado de la tarjeta SIM del móvil de las víctimas, accedían a sus cuentas bancarias y ordenaban transferencias fraudulentas a cuentas virtuales de la organización para realizar compras en grandes superficies comerciales.
Estas artimañas tenían como objetivo penetrar en la cuenta bancaria de las víctimas, ordenando transferencias no consentidas a tarjetas virtuales vinculadas a la organización criminal. Para conseguirlo, se valían de los números de teléfono de los estafados que les permitía confirmar las operaciones fraudulentas a través de claves de verificación recibidas por SMS.