Seis personas han sido condenadas por la Audiencia de Alicante a prisión por realizar al menos 11 robos con violencia en casas de campo y comercios de Elche, la pedanía alicantina de El Rebolledo y municipios de la comarca del Medio Vinalopó como Aspe, Hondón de los Frailes o Novelda, y un intento de asesinato. Los acusados, cuatro hombres y dos mujeres, tienen penas que van desde los diez meses a los ocho años.

Además de los delitos de robo con fuerza por los que están acusados, también se les impone el delito de asesinato en grado de tentativa, ya que en uno de los asaltos tres de los ladrones intentaron asesinar a un anciano de 84 años.

Los hechos ocurrieron entre los años 2015 y 2016, cuando los encausados asaltaron dos casas de campo ubicadas en El Rebolledo y bares, restaurantes, bazares, un supermercado o un taller de coches situados en Aspe, Elche, Hondón de los Frailes y Novelda.

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Los condenados han llegado a un acuerdo con Fiscalía, han reconocido los hechos y aceptaron las penas solicitadas por los abogados de la defensa. Para la víctima a la intentaron matar, el Tribunal ha fijado una indemnización de 3.250 euros por las lesiones y las secuelas que sufrió tras el ataque. Así, tendrán que abonar en concepto de responsabilidad civil los importes del dinero y los objetos sustraídos en los robos y la reparación de los daños causados.

La estrategia utilizada por la banda era en la mayoría de las ocasiones romper las rejas con un gato hidráulico o forzando las entradas para retirar el dinero y los objetos de valor que encontraran, llegando a llevarse cascos, jamones y licores.

Intento de asesinato

El intento de asesinato por el que se les acusa ocurrió en noviembre del 2015 cuando "tres de ellos accedieron a una casa de campo aislada del núcleo urbano de El Rebolledo, donde vivía solo un hombre de 84 años, circunstancia que conocían los penados", recoge la sentencia.

La sentencia explica que "una vez en la casa, registraron las habitaciones en busca de dinero y objetos de valor y, como no encontraron nada, despertaron al anciano, lo sujetaron a la cama y le enseñaron un cuchillo para exigirle que les desvelara dónde guardaba el dinero".

Al no responder, un ladrón le clavó el cuchillo dos veces, una en el pecho y otra en el brazo, para después robar 200 euros dejando al herido "sangrando abundantemente".