Charo y José Vicente, junto a sus pertenencias en la playa de San Gabriel.

Charo y José Vicente, junto a sus pertenencias en la playa de San Gabriel. Efe

Alicante

Obligan a la pareja que duerme en una playa de Alicante a dormir debajo de un parasol tras retirar su tienda

José y Charo destinan ahora gran parte de sus escasos ingresos para pagar el alquiler de una habitación para su hija de 18 años.

19 septiembre, 2024 12:48
Alicante

"Mi hija no se va a quedar en la calle". Entre lágrimas, Charo Ortiz y José Vicente Roca denuncian ante los medios de comunicación la situación "insostenible" que están viviendo desde el mes de julio en la playa de San Gabriel.

Desde hace 7 años, la pareja vivía en un piso de alquiler en el que pagaban 350 euros, pero, tras pasar por una mala época, acumularon deudas que ascendieron a 1.200 euros.

Al entrar su hija en la universidad tras cumplir los 18 años, no tuvieron otra opción que elegir entre pagarle una habitación a su hija para que pueda estudiar o pagarse un alquiler para ellos. Eligieron la primera.

Tal y como lo explicó el propio José Vicente a EFE Televisión, Charo logró reunir 900 euros para reducir la deuda, pero su intento de ponerse al día fue interrumpido por una orden de desahucio.

"Venimos aquí porque no nos llega para más", afirma la pareja. "Estamos pagando un dineral para el piso de nuestra hija y nuestro trasero". Ambos se vieron obligados a venirse a la playa a vivir y sacrificarse para poder seguir pagando los "700 euros y pico" que cuesta la habitación de su hija y el trastero donde guardan sus pertenencias.

Desalojo de la tienda

Ante la imposibilidad de acceder a una vivienda social, la pareja se ha instalado en la playa de San Gabriel, donde duermen desde el mes de julio en una tienda de campaña.

Sin embargo, tras ser informados por las autoridades de que no está permitido acampar en la arena, la pareja se encuentra ahora durmiendo dentro de un parasol y en una colchoneta debajo de la sombrilla.

"Nuestra hija también sufre esta situación". José Vicente explica ante EFE televisión lo mucho que le afecta esta situación a su hija: "Muchas veces se pone a llorar porque está deprimida, como lo estoy yo ahora", confiesa.

"Lo único que pedimos es que nos ayuden, que muevan las listas y si hay alguien que tiene una casita en la que podamos alojarnos, podríamos ayudar en lo que haga falta", reivindica la pareja.

"De verdad lo digo, si algún día no me da ni para pagarle el alquiler a mi hija, lo siento en el alma y en el corazón, pero le daré una patada a una puerta", confiesa Charo.

"Esto no es normal, no puede seguir así", sentencian ambos, con lágrimas en los ojos.