Dos muertos por incendios en hogares en diciembre: advertencias de los Bomberos de Alicante para el invierno

El invierno ni siquiera ha comenzado, lo hará el día 21, y ya dos personas han perdido la vida en lo que va del mes de diciembre en Alicante, provincia poco habituada al frío y donde se disparan los incendios en hogares en estas fechas.

El día 4, un hombre de 80 años falleció al producirse un incendio en su casa unifamiliar del municipio alicantino de Algorfa. La vivienda estaba llena de humo, y los bomberos no pudieron hacer nada por salvar al hombre. Tan solo una semana después, el día 11, otro hombre de 56 años perdió la vida cuando se quemó su casa en un edificio de viviendas.

Además, el día 9 una casa de madera quedó carbonizada en la localidad de Petrer, dejando tres heridos leves por intoxicación. El fuego se originó por una estufa de leña y, a partir de ahí, se extendió rápidamente a toda la vivienda.

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Estos sucesos son una constante cada vez que los termómetros bajan, cambiando el principal problema de fuegos del área forestal al interior de las casas. César Alcaraz, portavoz del Consorcio Provincial de los Bomberos de la Diputación de Alicante, asegura que el incremento es habitual y "significativo".

"Cuando empieza el invierno aumenta el consumo eléctrico por calefacción y de braseros, chimeneas y demás. Se pueden producir sobrecargas eléctricas, por lo que recomendamos siempre que se utilicen los dispositivos que se compran en tiendas oficiales", señala.

Los productos deben haber pasado controles de fabricación para garantizar su seguridad, algo que no siempre ocurre con algunos dispositivos de baja calidad que pueden encontrarse a un precio inferior a los homologados y que al final pueden salir muy caros.

"Con la llegada del frío, es común comprar productos sin mucho control de calidad que luego pueden sobrecargarse, por ejemplo, las regletas baratas a las que se conectan a la vez varias cosas", apunta el experto.

El clima extremo de Alicante hace que se pase de 20 grados a menos de 10 en tan solo unos días, lo que provoca que rápidamente se saquen del armarios calefactores o estufas, o se enciendan estufas o chimeneas que han estado un año paradas.

Alcaraz resalta que esenciales para evitar una desgracia. "En Alicante no estamos acostumbrados, nos relajamos y usamos cosas sin comprobar, lo que puede desencadenar un incendio", advierte.

Este problema se acentúa en el caso de los mayores que viven solos, ya que "la alerta no es tan temprana como si viviera con gente y puede no darse cuenta. También ocurre con cosas que dejamos en el fuego a cocinar", apunta.

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Otro asesino silencioso es el dióxido de carbono que puede provocar la denominada 'muerte dulce', que deja alguna víctima todos los años en la provincia. El bombero destaca que este fenómeno se da en los elementos de calefacción que tienen una quema de hidrocarburos, ya sea una estufa catalítica de butano de toda la vida o una caldera de calefacción.

"Si no están revisadas, pueden hacer combustiones incompletas y empezar a producir monóxido, lo que provoca la 'muerte dulce'. Hace que el cuerpo, en vez de usar la hemoglobina, que transporta el oxígeno por todo el cuerpo, empiece a transportar monóxido y asfixie a la persona", comenta. Y añade que también puede darse en "chimeneas antiguas con alguna fuga".

Así, el uso de aparatos eléctricos como mantas eléctricas también puede producir fuego si el sistema eléctrico no está revisado, sobre todo en casas antiguas.