Sergio y Vicente, los amigos alicantinos que han creado una IA para conseguir edificios eficientes y un "ahorro enorme"

Los algoritmos y la inteligencia artificial cada vez están más presentes en el día a día. Determinan qué restaurante recomiendan los buscadores por encima de otros, el vídeo de gatos que aparece en redes sociales y, en un futuro próximo, cerrarán persianas, ajustarán la temperatura del aire acondicionado o reducirán la humedad en edificios, colegios o iglesias para conseguir la máxima eficiencia energética. Este es el objetivo de dos alicantinos: el arquitecto Vicente Castillo y el ingeniero Sergio Ortiz, bajo el nombre de RL EnergyPlus.

A través de la inteligencia artificial, buscan luchar contra el cambio climático mediante un sistema para potenciar y sacar el mayor rendimiento en términos de eficiencia energética de un edificio.

Los profesionales han ideado y desarrollado durante tres años una plataforma de software que imita la inteligencia humana para tomar decisiones como cuándo abrir o cerrar una ventana, mantener la temperatura de forma eficiente a través de la regulación de los termostatos o manejar sistemas de ventilación automáticos, entre otras acciones que potenciarán de forma automática el buen uso energético.

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Vicente y Sergio ya se conocían debido a su trabajo, y de ahí surgió una amistad que se reforzó por la afición a la inteligencia artificial. Así, se adentraron en el mundo de los algoritmos para crear su programa

"Empezamos como afición, en ratos libres, ya que cada uno tiene su trabajo aparte. El objetivo es crear un sistema capaz de resolver retos difíciles para una persona", explica Castillo.

Realizan simulaciones y consiguen objetivos imposibles para las personas, como mantener una temperatura constante o un mismo nivel de humedad, porque requieren conocer la meteorología de cada momento.

Casos digitales

El sistema funcionó con éxito en la mejora de la eficiencia energética del Auditorio de la Diputación de Alicante, aumentando el confort del supuesto público mediante el control de los puntos de temperatura en varias ubicaciones. También tuvo buenos resultados en la iglesia de San Juan del Hospital de Valencia, donde el programa reguló el CO2 emitido previamente y calibró la temperatura y la humedad para evitar un sobrecalentamiento.

Estos gemelos digitales recrean a la perfección las características de los edificios y permiten conseguir decenas, e incluso cientos, de años de datos, algo "inviable en la realidad", apunta Ortiz.

La finalidad de los investigadores es aplicar los buenos resultados obtenidos por su inteligencia artificial a la realidad, con una IA capaz de tomar los mandos del edificio dependiendo de las necesidades para alcanzar la máxima eficiencia posible.

Castillo señala que "aún hay una distancia larga para ese objetivo, pero estamos en el proceso". Por su parte, Ortiz destaca que, para llegar a implantarla en edificios reales, "hay que tener un nivel de fiabilidad muy alto, pero hay niveles intermedios que ya se están viendo. Hay máquinas de aire acondicionado y elementos que no se configuran de manera adecuada. Fíjate que no digo que sea la IA en tiempo real la que fija la temperatura, pero solo el hecho de que te diga: 'oye configúralo de esta manera que es mucho mejor', sería un paso medio con muchísimo valor y reduce los riesgos de fiabilidad hasta que no estemos seguros".

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Su proyecto fue seleccionado por la multinacional NTT DATA, donde Sergio Ortiz trabaja. A nivel global, la compañía organiza un concurso interno para los mejores proyectos de sostenibilidad, y quedaron entre las 150 iniciativas, haciéndolo de manera independiente y compitiendo contra secciones enteras de la multinacional con sus cientos de horas de esfuerzo.

Ortiz comenta que además tuvieron que competir contra departamentos que cuentan con equipos de márquetin para promocionar sus proyectos. "NTT DATA es de primer nivel, y para nosotros es un súper éxito, aunque no hayamos ganado", sentencia Castillo.

La Universidad de Alicante ha colaborado en este proyecto, permitiendo el acceso a casos reales de edificios a través de proyectos financiados por el Centro de Inteligencia Digital de la provincia de Alicante.

Futuro de la IA eficiente

Los investigadores resaltan que están abiertos a colaborar con más instituciones para probar su sistema y llegar al punto en el que tenga una aplicación real en un edificio entero, lo que supondría "un ahorro de energía enorme", indica Castillo.

Tirando de bola de cristal, los especialistas creen que una IA que controle una casa o un edificio no está tan lejos. Castillo piensa que su aplicación real está cerca y que comenzarán a verse este tipo de tecnologías en edificios muy avanzados donde consigan un gran ahorro energético.

Así, Ortiz sostiene que "el reto no está en abrir una ventana o mover una cortina, ya que esto se puede hacer con Alexa. El punto está en que hay que cambiar la forma de construir los edificios para incluir sensores que recojan la humedad o los niveles de CO2. La sociedad no cambia de un año a otro".

Otro de los grandes potenciales de su plataforma es que sirve de torre de Babel para que diferentes actores puedan colaborar de manera eficiente, se entiendan entre sí y remen juntos para conseguir lo que denominan "naturaleza artificial", construcciones hechas por el hombre con una relación más fluida con el entorno gracias a la IA.