Alicante ha vivido este jueves una de las romerías de Santa Faz más atípicas en sus 532 años de historia, en la que las restricciones sanitarias y el mal tiempo han relegado al oficio religioso el día de celebración de la ciudad.
Normalmente, más de 200.000 personas recorren los ocho kilómetros que separan la Concatedral de San Nicolás del Monasterio de la Santa Faz, pero este año se había hecho un llamamiento para que los ciudadanos no participasen.
En este sentido, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, valoró la “sensatez y responsabilidad” de la ciudadanía por no peregrinar al caserío de Santa Faz atendiendo a las medidas de seguridad para combatir la Covid-19.
“Hay que agradecer que los alicantinos se hayan quedado en sus casas viendo la retransmisión de la Eucaristía por televisión", indicó. "Santa Faz, como se dijo, es los 365 días del año y ahora, lo que importa, es combatir la pandemia para que en 2022 podamos tener una Santa Faz como la de siempre”.
Barcala valoró como “momento histórico” el ser testigo de la extracción del Sagrado Lienzo de la hornacina del camarín donde se custodia en un momento como esta pandemia, y tuvo un recuerdo “especial” a “las personas, devotas de la Santa Faz, que se quedaron en el camino”.
La vicealcaldesa Mari Carmen Sánchez hizo una petición para que La Peregrina 2022 “se viva con normalidad”. Se sumó al agradecimiento del alcalde a la ciudadanía “por su comportamiento ejemplar y pleno de responsabilidad” y afirmó que “desde un punto de vista diferente, la Santa Faz sí ha llegado al corazón de todos los alicantinos”.
Ambos han hecho estas declaraciones al término de la Eucaristía, presidida por el obispo de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, y que se ha celebrado a puerta cerrada en el santuario-monasterio. También ha estado presente el concejal de Fiestas, Manuel Jiménez.
Murgui, en su homilía, pormenorizó sobre la devoción “muy profunda” de Alicante a la Santa Faz. Ha señalado que la “Santa Faz es Dios que sale al Encuentro de las necesidades y dramas que vive el ser humano, en momentos como éste” y rogó a la Virgen “que interceda ante su Hijo para que nos alumbre en la noche en que vivimos”.
La extracción de la Santa Faz
A la finalización de la celebración religiosa, se ha procedido a extraer la Santa Faz del camarín siguiendo un protocolo que data del S. XVII. Las concejalas síndicas Mari Carmen de España y María Conejero llevaron las dos llaves que tiene el Ayuntamiento.
Por otra parte, la lluvia impidió, tal como estaba previsto, que la Santa Faz fuera trasladada, en el Faz Móvil, hasta el macho del castillo de Santa Bárbara para la Bendición a la Ciudad. Se espera, teniendo en cuenta las conversaciones entre Ayuntamiento y Cabildo, que se pueda realizar este próximo fin de semana.
Ante el inconveniente de la lluvia, tal y como ocurriera el pasado año, la Reliquia, portada por Jesús Murgui, salió hasta la puerta principal del templo. Allí bendijo a Alicante orientando el Sagrado Lienzo hacia los cuatro puntos cardinales.
Murgui dedicó la bendición a "los fallecidos por esta terrible pandemia, a las familias de quienes han perdido la vida por el Covid-19 y otras enfermedades, a los que socorren a los enfermos y desarrollan tareas de protección y ayuda a la sociedad, y a quienes ejercen el servicio y la responsabilidad de gobernar".
Para evitar que pudiera ser dañada por la lluvia, la Reliquia ha estado protegida por uno de los paraguas que se utilizaron en la Coronación Canónica de la Virgen del Remedio que, el entonces obispo de Orihuela-Alicante, Victorio Oliver, presidió el 22 de noviembre de 1998 en el estadio José Rico Pérez.
El paraguas, azul y blanco, tiene los anagramas de la Santa Faz y de la Virgen del Remedio.