¿Culpable o inocente? Un jurado popular debe fallar si un joven mató a un anciano en su casa de Alicante
Los familiares de la víctima piden prisión permanente revisable, Fiscalía 14 años y la defensa la absolución al sostener que no lo mató.
7 octubre, 2021 19:25Noticias relacionadas
La acusación particular en el juicio por la muerte de un octogenario en Alicante, ejercida por los familiares de la víctima, ha propuesto prisión permanente revisable para el acusado por este crimen, un joven de 28 años.
En la última sesión del juicio sobre esta causa, que se celebra en la Audiencia Provincial bajo el procedimiento del tribunal del jurado, la representación legal de los allegados del fallecido ha considerado que el crimen se encuadra en los requisitos de un delito de asesinato, además de otro de robo.
La Fiscalía, por su parte, se ha mantenido en su posición inicial y ha calificado los hechos como un delito de homicidio, por el que persiste en solicitar una pena de 14 años. Igualmente, ha ratificado la petición de otros tres años de prisión adicional por el delito de robo.
A su vez, la defensa ha reiterado la inocencia del acusado, al sostener que no tuvo nada que ver con el fallecimiento, puesto que abandonó el domicilio al que el anciano le había invitado mientras éste se encontraba con vida. De este modo, ha demandado su libre absolución.
Tras concluir este jueves el turno de la exposición de las conclusiones, mañana, viernes, se producirá la entrega del objeto del veredicto y comenzará el proceso de deliberación.
Los hechos
El crimen ocurrió el 21 de junio de 2019. De acuerdo con el escrito de calificación inicial del ministerio público, el anciano, que se había desplazado desde Leganés (Madrid) hasta su segunda vivienda en Alicante para pasar las fiestas de Hogueras, había conocido al acusado y a su compañero en la estación de autobuses de la ciudad, durante uno de sus habituales paseos desde la playa de El Postiguet.
Después de entablar conversación con ambos, les invitó a su domicilio, situado en el barrio de Babel, donde se produjo la muerte del octogenario, además de la sustracción de un anillo y un crucifijo que el fallecido portaba.
El cuerpo del anciano quedó abandonado en el suelo de una de las habitaciones de la vivienda hasta que fue hallado por agentes de Policía ocho días después de su muerte, el 29 de junio.
Por su parte, el acusado se trasladó hasta la ciudad de Granada el mismo día de los hechos y compró un billete de autobús para viajar a Madrid. A su vez, desde la capital viajó a Marsella. Con todo, acabó regresando a Granada meses después, donde fue detenido el 4 de octubre del mismo año.