Alicante

Corrían los primeros años del siglo XIX en Alicante y los veinte mil habitantes que conformaban la ciudad se encontraban viviendo una época de pleno esplendor y de hambre de cambio al recibir ecos de la Ilustración y de la Revolución Francesa.

Es precisamente en este contexto en el que surge la construcción y puesta en marcha de una fábrica que transformará la historia de Alicante y la de muchas mujeres. En el año 1801, la Hacienda española aprueba el establecimiento de una nueva fábrica de tabacos en la provincia de Alicante con el fin de cubrir la demanda producida en el territorio nacional y ofrecer más productos elaborados.

La fábrica de tabaco en los años 20 del siglo XX.

Así, aquel año el Obispado cedió el edificio de la Casa de Misericordia, entonces residencia del Obispo de Orihuela, para establecer la nueva fábrica de tabacos, convirtiéndose en la tercera más importante de España, después de la sevillana y la de Cádiz.

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Una fábrica que fue pionera por contar con algunas de las primeras mujeres asalariadas de la época, ya que estas eran el núcleo de la producción y la mano de obra que confeccionaba los cigarros y cigarrillos.

Dos siglos de historia

Durante más de dos siglos, hasta su cierre oficial en el año 2009, cada mañana las Cigarreras, las mujeres que trabajaban en la fábrica de tabacos de Alicante, recogían su paquete de comida y hacían a pie el camino que unía sus hogares con su puesto laboral. Un camino que muchas de ellas realizaron caminando o en carros particulares creando una red de senderos que unía la fábrica con las localidades vecinas de San Vicente, El Campello, San Juan, Mutxamel, Benimagrell y Santa Faz.

Uno de los hechos más llamativos que ha perdurado en el recuerdo de los alicantinos es el gran incendio que sufrió la fábrica de tabaco el 20 de mayo de 1844. Aunque las causas de las llamas nunca estuvieron claras, hay quien dijo que incluso podía haber sido intencionado o causado por un fallo en la máquina de vapor. En la tragedia perdieron la vida dos empleados, que intentaron salvar una barrica de tabaco. Dada la magnitud del incendio, el hecho de que solo hubiera dos víctimas se vio como algo milagroso, y hubo quien lo atribuyó a un milagro de la Santa Faz.

Un "milagro" que todavía sigue celebrándose cada año por las muejres Cigarreras mediante una misa en honor a Santa Faz.

Un fiesta organizada por las mujeres cigarreras en lso años 20. Cedida

Un acontecimiento cuyo reconocimiento lucharon durante años las mujeres Cigarreras, hasta la instalación en el año 1994 de un monolito como motivo del 150 aniversario del incendio. Un símbolo conmemorativo que las Cigarreras piden recuperar tras su desaparición al comenzar las obras de restauración de la Casa de Misericordia.

Ya en el siglo XX, el tabaquismo vivía una época dorada. Fumar estaba de moda, y estaba visto como un símbolo de popularidad. Una moda influenciada por el cine, que jugó un papel muy importante en la industria del tabaco.

En España, la industria del tabaco tuvo su época de máximo esplendor después de la Guerra Civil española (1936-1939), aunque hubo tres ciudades que ya llevaban más de un siglo trabajando en su producción: Alicante, Cádiz y Sevilla.

Lucha por un reconocimiento digno

En el año 2022, las Cigarreras consiguieron que el Ayuntamiento establezca el día 20 de mayo como Día de Las Cigarreras. Una conmemoración a la cual el actual gobierno local no ha asistido este 2024 y cuya ausencia ha sido duramente criticada por Compromís Alicante, único partido que ha asistido al evento conmemorativo organizado por las mujeres Cigarreras este 20 de mayo.

Con el fin de tener más peso y poder exigir el reconocimiento de la memoria histórica de su legado, las mujeres Cigarreras se encuentran trabajando en la formación de la Asociación de Las Cigarreras, un estatus que les permitirá tener más presencia.

Suni, junto a Amparo y Encarni, en la fábrica de tabaco en el año 1975. Cedida

Asunción Llorens, conocida como Suni pasó por los talleres de la fábrica de tabaco de Alicante, al igual que su abuela y bisabuela. En el año 1971, entra en la fábrica como limpiadora y consigue años después opositar como administradora y ser una de las primeras mujeres en obtener un puesto en las oficinas. 

A finales del siglo XX, unos 200 hombres y mujeres conformaban la plantilla de la fábrica de tabaco de Alicante, siendo los hombres asignados a puestos de administración, mecánicos y almacén, y la mayoría de las mujeres a tareas de confección de cigarrillos en los talleres. 

Tras haber dejado la fábrica en el año 1999, Suni cumplió un mandato desde 2011 hasta el año 2015 como alcaldesa de la localidad de Mutxamel. En la actualidad, lucha, junto con otras antiguas mujeres Cigarreras para obtener reconocimiento por parte del Ayuntamiento de Alicante. "Se debe recordar nuestra historia y los dos siglos de funcionamiento de la fábrica", asegura Suni.

Para ello, asegura estar "ultimando los estatutos" para consolidar la Asociación de Las Cigarreras de aquí al final del verano. "No tenemos respuestas por parte del Ayuntamiento, por lo que consideramos fundamental ser reconocidas como asociación para tener más peso y conseguir que nos escuchen", reivindica.

Además de pedir la vuelta del monolito conmemorativo y de celebrar un acto oficial cada 20 de mayo, las Cigarreras piden establecer una exposición permanente con máquinas antiguas y fotografías de las mujeres trabajadoras de la fábrica en el Centro cultural de Las Cigarreras, al igual que ocurre en la localidad de Sevilla.

"Queremos un espacio donde se recuerde con fotografías y con maquinaria, la historia de estas mujeres y hombres, sobre todo mujeres, que cambiaron la fisonomía de la ciudad, aportando mucha riqueza, mucha cultura y mucho avance en derechos, respeto y reconocimiento. Aquellas mujeres y aquellos hombres que tanto han aportado a nuestra ciudad se merecen un reconocimiento justo", sentencia.