Un hombre de Benidorm ha sido condenado a dos años de prisión por estafar a una mujer de 90 años con la promesa de encontrar los cuerpos de sus padres, fallecidos durante la Guerra Civil española. El procesado consiguió que la mujer le entregara 43.500 euros en diversos pagos a mano, mediante transferencias bancarias y a través de cheques.
El benidormense asumió la autoría de los hechos tras alcanzar un acuerdo de conformidad con la Fiscalía y la acusación particular en el inicio del juicio, señalado el pasado 18 de mayo.
Tal y como indica la sentencia, el hombre reconoció que se había ganado la confianza de la anciana para iniciar la búsqueda de sus progenitores. La excusa que inventó el procesado fue que tenía contactos en el Ejército que podían indicarle el lugar en el que se encontraban los cadáveres.
Varios pagos
Entre julio de 2017 y el mismo mes de 2018, logró que la anciana le diese diferentes sumas de dinero como pago de sus servicios. En primer término, consiguió 2.000 euros para iniciar las averiguaciones y, poco después, otros 500 euros con la excusa de que debía solicitar una prueba del ADN de la anciana para permitir la identificación de sus padres.
El procesado habría estado usando información sobre los padres de la víctima, que ella misma le fue proporcionando durante los dos años que duró la estafa. El hombre fingía haber encontrado pistas que relacionaba con la información que ya tenía. Además, llegó incluso a acudir a la casa de la víctima para fingir una escenificación de la supuesta prueba de ADN. Según fuentes del caso, el acusado podría haber contado con la ayuda de una tercera persona para llevar a cabo la falsa representación.
Indemnización de 25.000€
El resto de entregas se formalizaron de manera periódica por sumas que oscilaron entre los 2.500 y los 4.500 euros. Ahora, al margen de la condena de privación de libertad, la sentencia impone al acusado la obligación de indemnizar a la anciana con 25.000 euros.
Personas cercanas a la anciana le habrían advertido de la posibilidad de que fuera una estafa, pero ella hizo caso omiso y siguió manteniendo el contacto con el hombre. La víctima, huérfana desde pequeña, se agarró a la posibilidad de encontrar el cadáver de sus padres.
No obstante, el condenado no ingresará en la cárcel, ya que se concede la suspensión de la pena por un plazo de cinco años con la condición de que no vuelva a delinquir. Por último, el condenado tendrá que asumir las costas del proceso.