Alicante

De aparcamiento a zona peatonal. El castillo de Santa Bárbara deja atrás los coches. De esta forma, el baluarte de Santa Ana, que muchos visitantes de la fortaleza utilizaban para estacionar sus turismos, recuperará su aspecto original

El primer paso para ello se ha dado con la licitación este martes de las obras de restauración de esta zona. Con un plazo de ejecución previsto de cinco meses, la inversión con que sale es de 324.406 euros.   

La puesta en marcha de estas obras se ha podido llevar a cabo, según ha informado el concejal de Infraestructuras José Ramón González, después de recibir la autorización de la Dirección General de Cultura y Patrimonio de la Generalitat. Para poder actuar sobre el conjunto era necesario ya que el conjunto está considerado Bien de Interés Cultural.

El trabajo de restauración tendrá que ser a partir de materiales compatibles y duraderos, ha apuntado González. Así, el plan previsto es "renovar el firme y pavimento del espacio interior del baluarte mejorando los accesos, así como la restauración de los pasos de ronda, parapetos y coronación del espaldón del baluarte de Santa Ana, incluyendo sus cañoneras".

Los objetivos

La intervención que se propone desde el Ayuntamiento persigue cuatro objetivos. El primero es la rehabilitación funcional del pavimento. De ahí se podrá pasar a la restauración de los elementos patrimoniales del baluarte. Con ello se llega a la ordenación de los elementos muebles y de las instalaciones presentes. Y, finalmente, la recuperación del espacio peatonal para mejorar las condiciones de la visita pública y de puesta en valor del castillo.

¿En qué estado se encuentra ahora? Según repasa el Ayuntamiento, el pavimento está en mal estado, lo que hace necesaria su restauración. De hecho, apuntan que existen faltas generalizadas de piedra de manera dispersa, provocando desniveles y socavones.

Eso ha hecho que haya parcheados con distintos materiales como solución de emergencia, pero que no se integran en la solución actual. El constante tránsito de vehículos sufrido ha favorecido el deterioro del pavimento, como reconocen.

En la restauración se tendrá en cuenta que los materiales permitan identificar la intervención y su reversibilidad, distinguiendo claramente lo viejo de lo nuevo. Es decir, no inventando formas históricas sin información e integrando plásticamente los nuevos materiales con los ya existentes.

El concejal José Ramón González ha incidido en que también está previsto en las obras "resolver las pendientes para favorecer la evacuación del agua de escorrentía, suavizándolas en la medida de lo posible para mejorar el tránsito peatonal, mejorando su accesibilidad ya que el nuevo pavimento se realizará en las plataformas artilleras, eliminando las barreras arquitectónicas actuales".

Los elementos patrimoniales a desplazar se conservarán en el recinto, con la voluntad de acrecentar su valor en la nueva ubicación. Las excavaciones arqueológicas, que se realizarán al mismo tiempo que la obra, podrán proporcionar una información que pueda ser integrada en los trabajos de restauración a realizar.

Dentro de las obras se permiten intervenciones de restauración del monumento, las que estén dirigidas a mejorar la accesibilidad y su conservación, las de mejora del paisaje y las que se realicen con fines de investigación tanto arqueológica como del medio natural.

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