¿A dónde va el Teatro Principal de Alicante? Esa es la pregunta que las dos Administraciones públicas ponían este jueves sobre la mesa. Por parte de la Generalitat, la que lanza la compra del centro, la respuesta es a la deriva y por eso es necesario un rescate. Por el Ayuntamiento, hasta que esta oferta se formalizó, iba por la senda de la recuperación. Ahora, ambas partes vuelven a chocar en un nuevo bloqueo.
La oferta del conseller Vicent Marzà para comprar la parte municipal en la propiedad del centro llegaba como colofón a la larga serie de desencuentros que han mantenido ambas partes. Desde que se formalizara el 28 de diciembre de 2018 la compra a Banco Sabadell y Consistorio por un valor de tres millones de euros, este espacio ha sido más protagonista por las desavenencias que por su programación.
Primero, porque el dinero recibido sigue sin invertirse en un edificio que desde su última reforma en 1991 necesita sus cuidados. Y no solo porque un hombre de 64 años haya sido detenido dos veces por picar su fachada. Filtraciones en los techos, espejos ausentes en la entrada, butacas por renovar... Con tres millones para gastar eso debería estar resuelto. ¿Se ha hecho? No. ¿Se hará? Eso es lo se aprobó este jueves antes de que la compra apartara el foco del tema.
Segundo, la dirección se mantiene de manera provisional desde abril de 2019. En una ciudad en la que hace diez años sus mayores centros culturales no tenían un cargo al frente, el Principal era una excepción. Pero desde entonces se ha avanzado algo y aquí se ha retrocedido. Tener que explicar por qué es importante que haya una persona que tenga la autoridad para marcar políticas culturales debería ser innecesario, pero ahí se sigue. ¿Se ha resuelto? No. ¿Se hará? Este punto entraba, de nuevo, en una junta para octubre o noviembre.
¿Y ahora, qué?
El anuncio de la compra contestado con una contraoferta, recoloca a ambas partes en el punto de salida. La diferencia es que ahora las buenas palabras de cara a las ruedas de prensa tendrá que dar paso a nuevas propuestas sobre la mesa.
Fuera de micrófonos, la pregunta que lanza una de las partes que ha participado es clave: "¿Si no lo compra el Ayuntamiento, hay otra opción?". El Sabadell, que en anteriores ocasiones ha querido mostrarse equidistante, se vería obligado a elegir en un conflicto en el que no se ve un beneficio.
Alicante capital siempre ha jugado con desventaja en el terreno de la gestión de los presupuestos. En el caso de los teatros, más. ¿Cuánto dinero recibe el Principal de Valencia? ¿Y el de Castellón? Según afirma una de las fuentes que participó en la negociación de la compra, esas cifras están en 3 y 1,5 millones, respectivamente.
Aportar 180.000 euros anuales, la última cifra aprobada por unanimidad este jueves en la junta, le sale barato a ambas Administraciones Públicas. Si se gastan ahora tres millones cualquiera de las dos partes para comprar sus acciones, ¿cuánto se invertiría luego en mantener su programación? Generalitat cree que ese no sería el problema.
¿Se trata de un anuncio con voluntad electoralista? Con la posibilidad de que el presidente Ximo Puig adelante las elecciones sobre la mesa, esta podría interpretarse como una carta para jugar. Las diferentes partes dudan sobre el impacto que podría tener en el electorado.