El Teatro Principal se convierte en escenario de una batalla política que se está tratando fuera de su escenario. Este lunes el enfrentamiento ha tomado aire clásico al pronunciarse el alcalde de Alicante Luis Barcala sobre este tema en el yacimiento del parque de las Naciones. Allí ha criticado con dureza la actitud de la Conselleria de Cultura y ha denunciado la infrafinanciación que sufre la ciudad por parte de la Generalitat Valenciana.
El alcalde de Alicante define esta propuesta de compra como una "cortina de humo de Marzà" porque "tiene muchos problemas en su gestión". En ese sentido, continúa, sueltan "este órdago, que nadie esperábamos, de una manera soberbia". Barcala critica esa actitud "porque molestó la forma en la que se hizo el planteamiento porque no vino precedida por ningún razonamiento".
Ante esa propuesta, el alcalde responde con contundencia. "Os estáis equivocando", recuerda, "este teatro es de Alicante, de los alicantinos". Lo que le dio pie a pedir que "la Generalitat lo que tiene que hacer es dar dinero como está dando en Valencia y Castellón".
En ese sentido, recordó de nuevo las cifras del déficit de financiación entre provincias. "No es de recibo que esta Conselleria esté invirtiendo un 7,5 % de los recursos a la provincia y el resto a las de Valencia y Castellón".
La contraoferta
Ese "agravio comparativo" que señala Barcala, "acompañado de un órdago encima de la mesa", tiene una respuesta. "El que compra es el Ayuntamiento de Alicante". "No vamos a permitir que el Teatro Principal, que es de los alicantinos, nos lo quiten. No vamos a permitir que lo instrumentalicen como un arma ideológica de aplicación de políticas claramente nacionalistas, que es lo que pretenden y lo han puesto encima de la mesa al hablar de la programación".
La respuesta de Barcala incluye también la referencia a la etapa anterior. "No vamos a permitir que el Principal pague de nuevo la pésima gestión de cuando estuvo en sus manos, y en concreto bajo la gestión de Sanguino: el mayor agujero con un millón de euros de pérdidas, en números redondos", sostiene. Y ahí ha enfatizado en lo que considera más grave: "El señor Sanguino tiró al 50 % de los espectadores a la calle".
Estas ideas son las que el alcalde valora irónicamente como "ejemplos de su brillante gestión" y de "lo que quieren hacer con el Teatro Principal". Frente a eso, una actitud clara: "No lo vamos a permitir. El Teatro Principal es de los alicantinos y para los alicantinos. Y el Ayuntamiento de Alicante está no solo resuelto a defender los intereses de los alicantinos sino que, si esa la alternativa, comprarle a la Generalitat y sacarla del Teatro Principal".
Comprar al Sabadell
De momento la situación sigue pendiente de ver cómo se resuelve este cruce de ofertas. "El Ayuntamiento lo que ha hecho es responder a un órdago hecho con mucha chulería, mucha falta de educación y con desprecio hacia los alicantinos. Pues la respuesta es que no, que no nos compráis. Al contrario. Si entendéis que está en venta una participación, compramos la vuestra. Y sacamos a la Generalitat del Teatro Principal. Y haríamos un planteamiento similar con el Banco Sabadell para que sea cien por cien alicantino y de gestión municipal".
Barcala está a la espera de que se compruebe "si ese órdago iba en serio o era solo una cortina de humo para generar una polémica de forma artificial y tapar otras cuestiones". "Estoy convencido de que fue un órdago para tapar la falta de gestión, los problemas que genera la Generalitat y, concretamente, el señor Marzà y la Conselleria de Educación. Y me ciño a un dato: el 7,5 % de inversión cultural en la provincia de Alicante. El resto se lo ha llevado todo Valencia y Castellón".
Esa cifra la echa de nuevo en cara el alcalde a la Conselleria: "¿Y vienen diciendo que compran el Teatro Principal? No, mire. Vengan primero con fondos que repartan de forma equitativa en la provincia de Alicante. No compren. Fondos. Que a los alicantinos siempre nos cobran un precio. Nos dan poco y lo poco nos sale caro. Lo queremos gratis como a Valencia y Castellón".
¿Y la dirección?
La cuestión de la compra ha dejado de lado los otros temas pendientes que tiene el centro. "Ellos pretenden dar una orientación que ha fracasado estrepitosamente. Como Ayuntamiento, nos tenemos que negar a un perfil que sea similar al que tuvo el señor Sanguino: agujeros económicos y espectadores a la calle", reitera Barcala.
"Queremos un perfil más profesionalizado, donde se haga una gestión razonable", asegura. En ese sentido, ha indicado que "no tiene que dar beneficios porque la cultura es una inversión. Pero, al menos, lo que no puedes hacer es tirar a los espectadores porque la cultura va dirigida a las personas. Si haces una cultura para cuatro, esos estarán contentísimos. ¿Y el resto, qué?".
"Nuestra responsabilidad es que la cultura sea para todos", recalca. "Nos negamos a que se genera una cultura para una casta de privilegiados. Apostamos por una cultura para las personas. Y el perfil tiene que estar orientado a una gestión razonable y, sobre todo, a una programación atractiva para los alicantinos". Esa supondría una "diferencia clara en cuanto a los perfiles", concluye.