Alicante

La propuesta de compra por el Teatro Principal de Alicante y la posible candidatura para ser una sede del museo Hermitage sube el tono de las relaciones entre el Ayuntamiento y la Generalitat. El alcalde Luis Barcala considera la primera "una ofensa" que se corregiría con el apoyo a la propuesta rusa.

Las declaraciones de Barcala señalan el agravio inversor de la Generalitat: "La provincia no puede estar con una inversión de un 7,5 %". De ahí que su propuesta de respuesta es que se lancen desde el Consell y digan que "vamos a invertir en cultura, vamos a traer el Hermitage".

Esa es la petición que hace explícita para el conseller Marzà, "demuéstrame que realmente tienes voluntad de invertir en Alicante y que apuestas por la cultura. Demuéstramelo". Con esa demanda, añade otra "no me compres un tercio del Principal".

El alcalde es firme en su petición para conseguir atraer a los inversores que gestionan los fondos del museo ruso. "Mete los millones necesarios y suma conmigo para que el Hermitage se venga a Alicante y no se vaya a Málaga, Sevilla o Madrid. Porque Valencia ha renunciado a ello, Ribó no lo quiere. Pues Alicante sí lo quiere. Lo demás son órdagos que a mí me ofenden como alicantino".

El teatro alicantino

Con ese término, Barcala reitera que "el Teatro Principal no se vende, es de Alicante y de los alicantinos". Ese no a la propuesta de Vicent Marzà que se oficializó por carta la semana pasada y que reitera que considera "un órdago", le da pie a exigir más al gobierno de Puig. 

"Agradecemos la colaboración de la Generalitat y las aportaciones", señala. "Y lo que pedimos es que aporten mucho más. El 7,5 % para toda la provincia de la inversión en cultura por parte del conseller Marzà no solo es ridículo, sino que es un agravio comparativo. ¿Dónde está la política cultural y el impulso? Es muy fácil venir a Alicante a exigir, pero no se puede venir con las manos vacías".

En ese punto, Barcala ha especificado que este tipo de declaraciones se encuadran en las lógicas demandas que, considera, deben de hacer los líderes políticos por sus territorios. Como las que ha hecho Carlos Mazón, líder del PP en la Comunidad Valenciana, al presidente Ximo Puig para "que se peleen, para que traigan las inversiones a la provincia de Alicante o la Comunidad Valenciana".

Y ahí critica "que no se hace nada". Más cuando "acabamos de perder el 38 % de las inversiones para esta provincia de los Presupuestos Generales del Estado. Es que volvemos a quedarnos sin la conexión ferroviaria del aeropuerto con la ciudad de Alicante. Si yo le estoy exigiendo ahora a la Generalitat, esta lo tiene que hacer al Gobierno de España. Que pelee por traer valor e inversiones. Y eso lo pedimos específicamente para Alicante".

Contra el sectarismo

Las declaraciones de Barcala sobre el Principal reconocen la sorpresa que sintieron cuando la secretaria autonómica de cultura Raquel Tamarit avanzó en la Junta del teatro la propuesta de compra. "Imagínese mi cara en el consejo cuando estamos hablando de tapar un agujero de un millón de euros causado por la dirección anterior y pérdida de un 50 % de espectadores. Y la respuesta, de repente, es que te compramos tu parte".

El alcalde se muestra especialmente contrario frente a este planteamiento. "Y eso en qué solventa el tema. Con eso, ¿qué queremos resolver? ¿Por qué lo quieren comprar? ¿Había algún problema entre los socios? No existía ningún problema entre los socios. Teníamos cuestiones que resolver: el tema de la dirección, el enjugar ese déficit estructural de un millón de euros. ¿A santo de qué viene ese órdago?".

A Barcala le preocupa en particular que con esta medida haya otra motivación: "Para que el Ayuntamiento no sea una molestia". Y, de ahí que rechace la comparación de la gestión de la Generalitat con el Teatro Arniches. "Pues que sepan que compararlo con el Arniches supuso la pérdida del 50 % de los espectadores. Y el Teatro Principal está al servicio de los alicantinos y no al servicio de políticas sectarias nacionalistas, etcétera, que es lo que se pretende con esto".

En ese razonamiento, se mantiene firme: "No lo vamos a permitir. No vamos a permitir que el Teatro Principal pierda su identidad alicantina. No vamos a permitir que deje de prestar el servicio que los alicantinos exigen. No vamos a dejar que se expulse a los espectadores alicantinos del Teatro Principal. Y no vamos a dejar que eso se haga en nombre de una supuesta política cultural que lo que está obedeciendo es a intereses puros y duros, dogmáticos y nacionalistas, que es lo que está pasando en otras instituciones. Y como lo estamos viendo, no vamos a permitirlo, tampoco que se nos plantee el órdago de venir aquí y decir: Te compro".

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