Alicante

Ahora Paz Castelló puede decir que oye voces en su cabeza que hablan de crímenes. Sus primeras cuatro novelas han dado el salto al formato audiolibro para revivir historias con mucha sangre y misterio. Y así las puede escuchar mientras espera el autobús o mientras conduce por la costa de Alicante, planeando quizás nuevos crímenes. Esa es la experiencia que comparte este viernes en la Feria del Libro de Alicante.

"No me lo esperaba", cuenta como siempre con una sonrisa mientras toma el desayuno en una céntrica cafetería. Se nota que está contenta con el relanzamiento que supone de su obra y así lo vive. "Para mí es un reconocimiento que una plataforma como Storytel se interese no solo por una, sino por las cuatro que estén disponibles. Ya es un indicativo de que mi trabajo tiene interés".

Y un punto que destaca es que esa mirada se dirige no solo al presente, sino que lo escrito entre 2013 a 2019 "da sus frutos". En ese periodo publicó La muerte del 9, Mi nombre escrito en la puerta de un váter, Dieciocho meses y un día y La llave 104. Aparecer en una nueva plataforma, aunque no sea en papel, le permite revivir a la primera de estas, la que la presentó al mercado editorial y que ya no estaba en librerías.

Volver a la escena del crimen, en este caso en papel, le resulta curioso. Una sensación que le recuerda a cuando decide reabrir las páginas de sus copias. "Me pasa cuando los releo después de un tiempo y transcurrido ese tiempo es que el libro es independiente, que es fruto de tu trabajo, pero ya ha pasado".

Auge y expectativa

El ejemplo de Castelló refleja la voluntad del interés por ofrecer más contenidos en las plataformas especializadas. Las cuatro novelas mencionadas no incluían en su contrato la gestión del contenido como audiolibro, lo que sí ha sucedido, en cambio, con Ninguna de nosotras tendrá compasión en la que estrenaba nuevo sello, Ediciones B.  

Gonçal López-Pampló, director del grupo editorial valenciano Bromera, cuenta que en su caso llevan al menos siete años incluyendo esta cláusula en sus contratos literarios. Pero, de momento, aún no han dado el salto. Y no lo tienen previsto a corto plazo. Primero, explica, porque se trata de un mercado que aún no se ha acabado de definir.

Audible es la otra gran marca posicionada que ofrece libros para que se puedan escuchar. Y con esas dos plataformas controlando el sector en el ámbito internacional, hay que valorar las relaciones de las editoriales pequeñas y medias. De momento, lanzarse por sí mismos es una opción que descartan porque los costes suelen estar muy por encima de las expectativas de beneficio. Y precisamente lo que sí recibe en cantidad son ofertas de productoras para adaptarlos.

Nuevas voces

A Castelló le genera aún curiosidad escuchar esas voces en su cabeza a través de los auriculares e identificarlas con las que se imaginó originalmente. "E imagino que le pasará así a los que le han hecho una serie o película porque hay una distancia, me resulta bastante enriquecedor ver cómo tiene vida, cómo evoluciona la historia y adquiere otra dimensión".

Esa creatividad añadida a partir de su texto le resulta interesante porque la hace "ser el alma mater de algo que crece y tiene otras dimensiones". Por eso subraya que ella no es estricta en lo que respecta a las adaptaciones que se generan al convertirse a este formato.

Y con ello surge otra pregunta ¿se considera una lectura escuchar un libro? Y para su respuesta apela a una experiencia anterior, de cuando ejercía de periodista. Antes de que sus libros dieran el salto a la plataforma de Storytel sabía lo que eran esta clase de adaptaciones a través de la ONCE. "Para estas personas es leer, en el sentido estricto de la palabra", subraya. 

Conocer sus obras ahora a través de los audiolibros "equivale a comunicar". "Viviendo en una era audiovisual por excelencia", razona, "este es un medio más. Me quedo con eso. Existen tantos libros como lectores o formatos".

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