'La última borrasca', de Heliodoro Guillén, unos de los cuadros propiedad del Museo del Prado cedido a instituciones de la provincia.

'La última borrasca', de Heliodoro Guillén, unos de los cuadros propiedad del Museo del Prado cedido a instituciones de la provincia. MUBAG

Cultura

Estos son los cuadros cedidos del Museo de Prado que puedes disfrutar si visitas la provincia de Alicante

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Ayer hizo 160 años (según algunas cronologías 161 años) del nacimiento de uno de los pintores alicantinos más consagrados y que sin embargo no es muy conocido fuera de los ambientes artísticos: Heliodoro Guillén. Tan solo uno de los muchos artistas de prestigio nacional e internacional cuyas obras, propiedad del Museo del Prado, han sido cedidas a instituciones de la provincia.

Su obra La última borrasca (1892), un óleo sobre lienzo, se puede visitar en la exposición permanente “El siglo XIX. La colección a la luz” del MUBAG alicantino desde que fue cedido por la pinacoteca nacional en 2012. 

Según la ficha del museo alicantino, la escena se desarrolla "en el Raval Roig, antiguo barrio marinero de Alicante" donde "un grupo de religiosos se encamina hacia el interior de una humilde morada portando el viático. Un pescador se debate entre la vida y la muerte. En el exterior, los vecinos curiosos y los compañeros de profesión cabizbajos y cercanos a sus redes".

No es el único lienzo del Prado en el MUBAG. En total son 28 las obras de la gran pinacoteca en el Museo de Bellas Artes alicantino de la calle Gravina. En una relación entre el Prado y la Diputación de Alicante (institución a la pertenece el MUBAG) que se remonta a hace casi 100 años.

Según explican los responsables del Prado en su web, "el 31 de diciembre de 1931 la Diputación de Alicante solicitó a la Dirección General de Bellas Artes doce cuadros, en calidad de depósito, para ornamentar el salón de plenos, con motivo de la visita del presidente de la República el 15 de enero de 1932 para inaugurar la nueva sede de la Diputación, edificio conocido como el Palacio Provincial".

"En apenas doce días se recibieron catorce pinturas procedentes del Museo de Arte Moderno que engalanaron las estancias", prosigue el relato. "De estos cuadros originarios permanecen como depósitos tres: Náufragos de Joaquín Bárbara, Desgraciada de José Soriano y Presentación de Dorotea a Don Quijote de Pedro González. Las obras estuvieron ubicadas en el Palacio hasta hace unos años". 

Fue con la construcción y apertura del MUBAG (2001) cuando las relaciones se hicieron más intensas. Pero tuvo que pasar más de una década para que se fraguase en una colaboración estable. En 2012 "surgió el proyecto expositivo El siglo XIX en el MUBAG. De la formación a la plenitud de un artista, para que el que fue necesario llamar a las puertas del Prado para recuperar obras premiadas en las Exposiciones Nacionales y completar las lagunas en las carreras de los principales artistas alicantinos".

La rada de Alicante, de Rafel Monleón (1881).

La rada de Alicante, de Rafel Monleón (1881). MUBAG

Además de artistas como Lorenzo Casanova, Plácido Francés, Heliodoro Guillén, Vicente Poveda, Fernando Cabrera, Francisco Jover, Ricardo Navarrete, Emilio Sala, Francisco Bushell o Antonio Gisbert, el Prado ofreció la vista de la bahía de Alicante de Rafael Monléon que ilustraba cómo era el puerto de la ciudad en ese periodo: La rada de Alicante (1881).

Las otras obras cedidas son El pintor Miguel Jadraque (1864), Autorretrato (1866), ambas de Lorenzo Casanova; la Procesión del Viernes Santo en el Coliseo de Roma (1864), de Francisco Bushell y Laussat, Matilde Periche (1870) y El capitán general Francisco de Serrano y Domínguez (1871), ambas de Antonio Gisbert; o La prisión del príncipe de Viana (1871), Retrato de caballero (1875), María de las Mercedes de Alcázar y Nero Vera de Aragón, marquesa de Coquilla (1880), Joven en una puerta (1895), las cuatro de Emilio Sala.

También, El dux Frari Foscari, destituido (1872) y La delación secreta en la República de Venecia (1887), ambas de Ricardo Navarrete y FosPresentación de Dorotea a Don Quijote (1881), de Pedro González BolívarReposición de Colón (1881), de Francisco Jover y Casanova; o Viejo con niña o Valle de lágrimas o Día de difuntos (1884) de Vicente Poveda y Juan.

Además, La casta Susana (1885) de Francisco Maura y Montaner, Magdalena penitente (1886) de Placido Francés y Pascual, Las doce (1892) y Mujer en la playa (1910 -1920), ambas de Cecilio Pla y Gallardo; ¡Perdonar nos manda Dios! (1895) de Luis García Sampedro; o Náufragos (1896), de Joaquín Bárbara y Balza.

Continúa la lista ¡Desgraciada! (1896), de José Soriano Fort; En la playa del sanatorio de Santa Clara (1903), de Federico Godoy CastroLeticia Bosch-Labrús, duquesa de Dúrcal (1911) y Mercedes Pérez de Vargas (1914), ambas de Manuel Benedito Vives; Oscar Esplá (1925) y Rafael Altamira (1925) de Maurice Fromkes.

Además de en el MUBAG, el Ayuntamiento de Alcoy atesora Al abismo (1906) de Fernando Cabrera y el MUVI (Museo de Villena) exhibe tres obras: San Juan Bautista niño (mitad del siglo XVII) de José García Hidalgo; San Agustín repartiendo los bienes de los ricos entre los pobres (1663-1711), del mismo autor; e Isabel II (1844), anónimo (obra copiada de: Federico Madrazo y Kuntz), todas ellas propiedad del Museo del Prado.