El Museo de Bellas Artes Gravina en Alicante se convierte en la avanzadilla del plan de rediseño de la relación del Museo Nacional del Prado con el resto del Estado. Así lo destaca su director Miguel Falomir en la presentación de la nueva exposición permanente del centro gestionado por la Diputación, El siglo XIX. La colección a la luz.
Falomir valora esta colaboración con Mubag y no escatima elogios en ello. "Se ha hecho un esfuerzo muy importante, tanto material para mostrar las obras en las mejores colecciones como en pensarla y mostrarla de una manera distinta, siguiendo las últimas tendencias museográficas. Estoy muy contento y orgulloso de ver los cuadros del Prado aquí".
Esa relación es la que precisamente le ha dado pie para adelantar el replanteamiento de la cesión y la gestión de obras. "Todavía no lo hemos presentado oficialmente, pero sí ha habido unos museos con los que llevábamos trabajando un tiempo y culminaban estas semanas un nuevo replanteamiento en el que las colecciones del Prado tenían más peso".
El Mubag se convierte con el de Bellas Artes de Asturias en Oviedo en la punta de lanza de este rediseño con el que se "es de las primeras ocasiones para intentar transmitir esa nueva idea de cómo resituarnos dentro del territorio nacional".
Por toda España
Y en esa idea que destaca, Alicante se convierte en el modo de trabajarlo. Por un lado, en la presentación de la exposición, Falomir destaca que "el Museo del Prado tiene la obligación de ser lo que debe de ser, un museo nacional. Y no solo porque lo lleve en el título sino porque también lo siente así".
En ese sentido, lo primero que explica es que "el Prado tiene una localización física pero desde hace 150 años tiene, literalmente, miles de obras diseminadas por España y por embajadas y consulados en el extranjero. Todas esas obras han estado ahí". Y este punto es una de las claves de esta nueva política. "A veces no lo hemos hecho bien porque las obras han pasado inadvertidas porque se distribuían sin ningún criterio".
La solución pasa por el "examen de conciencia y propósito de enmienda para rediseñar la relación del Prado con el resto del Estado". Esa es la clave del llamado proyecto El Prado Extendido "que tiene una primera fase aquí". La pinacoteca nacional tiene en Alicante en depósito un total de 28 obras, tres de ellas que están en proceso de restauración.
Un aspecto que resalta Falomir es que en esa relación, como ejemplifica Alicante, las obras "son las que el museo quería tener, no las que le manda, porque queremos que las obras son las que quieran tener y que les ayuden a hacer lo que se ha hecho en esta magnifica exposición, que ayuden a desarrollar discursos expositivos con lo que quiere el público y que los reciban".