"Leonardo no se acaba nunca". Así siguen celebrando en la Diputación de Alicante su bicentenario con la llegada de la exposición Las máquinas de Da Vinci que se verá en la sala de Cultura del palacio provincial entre el 7 de julio y el 1 de noviembre. Las 52 maquetas provenientes de su museo en Venecia serán el gran atractivo "de una muestra que se puede y debe tocar" y que está pensada "para enriquecer la oferta cultural" de la ciudad este verano y otoño.
Esta exposición ya ha cruzado medio mundo y recibido más de un millón de visitantes, según han destacado en la presentación. Desde Hong Kong hasta Varsovia, ahora será en Alicante donde se tendrá la oportunidad de ampliar la mirada sobre Leonardo con estas piezas construidas a partir de los bocetos que dejó el artista en sus códices.
La vicepresidenta de la Diputación, Julia Parra, valora que con estas "fieles reproducciones en madera, algodón, hierro o lino" se podrá ver "su máquina voladora, el carro de combate o un precursor de un automóvil". Con ella, añade la también diputada de cultura, "mostramos el firme compromiso por la cultura en mayúsculas y nuestro empeño por acercar a Alicante grandes exposiciones".
Dirigida para todos los públicos, Las máquinas de Leonardo da Vinci se podrá visitar de forma gratuita de lunes a sábado en la amplia sala de exhibiciones en el sótano del Palacio. El horario previsto, aún por confirmar, será de 11 a 13 horas y de 17:30 a 20.
Más allá de la pintura
El comisario de esta muestra, Xavier Costa, ha expresado su entusiasmo por la figura de un creador al que se le tiene principalmente asociado su trabajo como pintor, "aunque dejó una veintena de cuadros, algunos de ellos inacabados".
El objetivo que se marcan con esta exposición es divertir al público y estimular la curiosidad por su obra. "Si lo conseguimos, ya tenemos lo que queremos", señala risueño. Y ahí promete que el espectador se sorprenderá al ver "muchas cosas que vemos normales y que no existían entonces".
El director del Museo Leonardo da Vinci en Venecia, Paolo Tarchiani, las conoce bien. Él mismo, ayudado por su equipo de colaboradores, se ha encargado de llevar a cabo muchos de los diseños que dejó el artista en sus códices. Un trabajo muy laborioso, avalado por expertos en su obra, que ahora se podrá ver y tocar en Alicante.
"Reproducir las máquinas es un trabajo muy complejo y nuestro estudio fundamentalmente se basa en los diseños que dejó en su códice", explica Tarchiani. Y lo hacen "trabajando la madera de roble con las técnicas del renacimiento, que es una parte del legado florentino".
Una labor en la que, como recalca Costa, se ha de tener en cuenta que los dibujos de Da Vinci no eran más que eso, esquemas. "Leonardo unas veces nos lo puso muy fácil y otras no", señala sobre ese proceso de adaptación del papel al objeto. "Muchas máquinas no las realizó ni él mismo. Y también se ven errores, que es lógico, porque son ideas", añade el director del centro veneciano.