Alicante

El adiós a la pandemia empieza con la bienvenida a los grandes festivales. Y antes de darla la promotora alicantina Producciones Baltimore siente ahora los nervios del que espera la llegada de decenas de miles de personas en un par de días. A un mes vista del estreno de la nueva ubicación del Spring Festival en Alicante llega Warm Up a Murcia, a donde miles de alicantinos volverán en la edición que más entradas anticipadas ha vendido.

El programador Sergio Moreno es uno del equipo de profesionales que se ha encargado de volver a poner un pie un festival de música tal y como lo recordabas: con mucha gente bailando con la música, bebiendo y disfrutando. Justo lo que se restringió durante dos años.

"Este va a ser completamente normal y es el único plan en que hemos trabajado", cuenta por teléfono desde Madrid donde tiene la oficina. "No he sido consciente de lo que supone la normalidad hasta hace un mes porque he ido trabajando durante un año con", y hace una pausa para buscar el adjetivo, "cierta ilusión o ingenuidad y empuje porque no teníamos de qué idea se iba a aplicar a finales de abril".

El final de las últimas restricciones en lo que respecta a la organización de eventos culturales les ha dado carta blanca. Pero Moreno aún recuerda hace unos meses, la edición especial que ofrecieron de Warm Up Days, cuando lo extraordinario era el permiso para estar de pie, cosa que en la Comunidad Valenciana se prohibía, y las reglas que enviaba la Administración "hasta el último día hubo muchos cambios sobre la normativa de acceso con test de antígenos y pasaporte, que casi nos hicieron tirar la toalla".

La cuarta parte

Hasta Murcia ya se desplazaron muchos alicantinos que tenían ganas de volver a disfrutar de un concierto. Como siempre les ha sucedido desde que han asumido esta marca en la capital. "La conexión Murcia es clave para ambas sociedades", valora Moreno. En su trabajo aprovecha que la conexión por carretera "es tan tan rápida" para fomentar "programaciones pensando que no se hagan la competencia una a la otra, cosa que otros promotores no pueden hacer".

Con eso pone de ejemplo lo sencillo que les habría sido, ofrecer en un mismo fin de semana a un artista en dos sitios. "Lo hemos intentado separar para estimular el flujo de público", explica. Eso es lo que les permite ofrecer festivales como el Warm Up el próximo fin de semana y el Spring a finales de mayo "porque hay un público compartido, con un desembolso en cada sitio, para que sean dos festivales atractivos a una hora en coche".

De hecho, saben que alrededor de una cuarta parte de los espectadores que bailarán con Bastille o Alizz vendrán de Alicante. "Por la trayectoria que tiene el Warm up, que antes ya tenía otro festival con tradición, acoge más visitantes alicantinos que al revés", explica el programador.

El mapa de los espacios

Esa referencia a la historia la enmarca en que "Murcia es otra ciudad que lleva mucho camino por delante con la creación de políticas de fomento de la cultura". Y eso, añade, "hace que tenga un público más potente y una programación más potente que ha atraído durante años al público alicantino".

Ese empuje de Murcia por los nuevos talentos, donde han surgido grupos como Viva Suecia o Arde Bogotá, la han reforzado en Alicante con Emerge. Y con la pandemia esto está empezando a cambiar "porque Alicante está empezando a trabajar para situarse en el mapa de los espacios culturales y con mucha relevancia".

En ese punto se enorgullece de un hecho, con Muelle12 "fuimos uno de los espacios con más conciertos en 2021". Esa labor la mantienen porque "hay una voluntad de continuidad por la promotora por continuar en Alicante como ciudad con la música. Y esperamos que a eso la ciudad y la comunidad autónoma se sume y cuantos más rememos, más beneficios obtendrá la ciudad".

Antes de esos planes de futuro está el presente más cercano, la apertura de puertas en Murcia. "Y hasta hace un mes no era consciente de que sí se iba a realizar y empezar a recordar sensaciones y cómo era el estar y qué temperatura hacía. Son recuerdos que me ponen la piel de gallina", asegura. "Es vivir algo que es muy emocionante", concluye, "porque es dar forma a lo que trabajamos durante doce meses y cómo se hace feliz a la gente".

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