El Balonmano Benidorm ha despedido con una intrascendente derrota en Irún la temporada 2021-22, la mejor de su historia ya que logró la clasificación europea para el próximo curso, por primera vez a través de la Liga, y superó su récord de puntos en la máxima categoría.
El equipo que dirige Fernando Latorre alcanzó la cuarta plaza, su mejor posición de siempre, al sumar 35 puntos, cuatro más que en la anterior marca, establecida precisamente en su primera temporada en la Asobal, en el curso 2014-15.
El Benidorm afrontó la presente temporada con el reto de dar un paso adelante en su lenta pero implacable evolución, por lo que acometió una profunda renovación de su plantilla y apostó por jugadores contrastados como Iker Serrano, Colo Vainstein, José Mario Carrillo o Álvaro Ruiz, a la vez que concedió mayor protagonismo a jóvenes como Iván Rodríguez, Nacho Valles o el portero Roberto Rodríguez, una de las sensaciones del torneo.
Tras un inicio titubeante, el Benidorm, de nuevo condicionado por los parones provocados por el covid-19, pudo por fin explotar en los dos últimos meses del año, en los que logró encadenar seis victorias consecutivas que le alejaron de la lucha por el descenso y le ilusionaron con pelear por Europa.
Antes de esta racha, el equipo ya había dado muestras de su potencial contra el Barcelona, al que tuvo contra las cuerdas en Benidorm con un ataque final para igualar el partido tras haber dominado el marcador con claridad durante todo el encuentro.
El parón de Navidad y el inicio de la segunda vuelta volvieron a atascar al Benidorm, que tuvo que esperar de nuevo varias jornadas para confirmar su poderío con una racha triunfal de cinco victorias seguidas, algunas ante equipos como Granollers, Cangas o Ademar León, potenciales rivales directos.
Las bajas de larga duración de Carillo y más tarde de Álvaro Pérez, así como varias salidas del club de jugadores con pocos minutos, como los brasileños Pedro Martínez y Franzini, invitaban a pensar en un bajón deportivo, pero sucedió todo lo contrario. Latorre echó mano de la cantera y el equipo no acusó ni las bajas ni las ausencias.
La solidez del equipo, sobre todo fuera de su pista, se refleja en el dato de que su derrota más contundente llegó en esta última jornada (32-24), en un encuentro en Irún que afrontó sin nada por lo que luchar y con muchas bajas.
Como local, el Benidorm solo cedió una derrota en toda la segunda vuelta, precisamente ante el Cuenca, uno de los equipos con los que peleaba por una plaza para Europa.
La regularidad en la segunda vuelta le llevó a una racha final de solo tres derrotas en las últimas doce jornadas, una de ellas ante el Barcelona, otra en Logroño, ante un rival directo, y la última la mencionada de Irún.
La temporada del Benidorm deja varios nombres propios en el equipo de Fernando Latorre, que una vez más dejó su sello en el equipo.
Además del portero Roberto, cuyas actuaciones le han permitido llegar a la selección, destaca la temporada de Nacho Valles, el argentino James Parker y el extremo Iván, además de la experiencia y solidez del capitán Carlos Grau y de Pepe Oliver en defensa.
El club afronta ahora el reto de rearmar de nuevo al equipo para competir en dos frentes, el doméstico y el europeo, donde pretende de nuevo ser protagonista y seguir con pasos adelante en su corta pero brillante historia.