Un lance del partido entre el Hércules y el Intercity. Hércules CF

Un lance del partido entre el Hércules y el Intercity. Hércules CF

Deporte

Hércules e Intercity empatan en un duelo intenso, igualado y accidentado (1-1)

El conjunto de Torrecilla igualó por medio de Soldevila el gol inicial de San Emeterio, pero se quedó sin energía para la remontada.

8 septiembre, 2024 10:32
Alicante

No será un derbi para los puristas, pero los casi 100 minutos disputados entre Hércules e Intercity ofrecieron todo el catálogo de acciones que suelen formar parte de estos partidos de rivalidad ciudadana.

El pulso alicantino tuvo pasión en las gradas, goles, lesiones, acciones polémicas y dominio alterno por parte de dos equipos llamados a pelear por hacerse un hueco en la zona noble de la categoría.

Arrancó mejor el Intercity, que sigue invicto en la Liga, despertó a tiempo el Hércules para lograr el empate y estuvo cerca de remontar antes del descanso, pero en la segunda parte el juego decayó, trabado permanentemente por el oficio del equipo de Sandroni y por las permanentes interrupciones.

El Hércules, superado por la atmósfera de la grada, tuvo una puesta en escena espantosa. En el primer minuto, Abad estuvo a punto de regalar el balón a Locadia, segundos después fue Sotillos en el erró en su cesión y permitió al neerlandés rematar ante el portero herculano, que salvó el gol. Y en el tercer minuto, San Emeterio remató de cabeza a la red un centro envenenado de Borja Martínez.

El tempranero gol descompuso al Hércules, que tembló en defensa, y dio alas al Intercity, bien posicionado en el campo y con las ideas claras. El conjunto blanquiazul intentó recuperar el pulso al partido desde la intensidad, la agresividad y el talento de Roger, que leyó mejor que nadie que el partido requería vértigo y transiciones.

Pese a la mejoría herculana, Locadia tuvo en sus botas el segundo tras una contra, pero Carlos Abad le negó el gol al sacar su disparo con el pie.

Fue el último acto de servicio del neerlandés, que poco después cayó lesionado en una acción que desencadenó el gol del empate. Con medio Intercity pidiendo atención para su delantero, el Hércules articuló un contragolpe que permitió a Nico asistir a Soldevila, que solo en el segundo palo empujó el balón a la red.

El empate estimuló al Hércules, superior a partir de ese momento, ante un Intercity que, pese a la entrada de Nsue como ariete, ya no volvió a asustar.

Nico Espinosa y Soldevila comenzaron a estirar el campo por los costados y Aranda apareció entre líneas para hacer temblar la defensa de Sandroni.

Romera, que reclamó un penalti, Aranda y, sobre todo, Soldevila, que estrelló el balón en el travesaño, tuvieron la opción de adelantar al Hércules antes del descanso ante un Intercity desbordado.

El descanso le sentó mejor al Intercity, que logró nivelar el juego en el arranque del segundo acto, en el que se defendió con el balón y buscó la profundidad de Borja Martínez y Pol Roigé para trasladar el juego lejos de su campo.

El Hércules, incómodo por el repliegue de su rival, rondó el gol en una acción polémica. El árbitro no detuvo el partido con un central del Intercity tumbado en el medio del área tras un golpe y Soldevilla aprovechó del caos para rematar solo a las manos de Casado ante la indignación de todo su equipo.

Torrecilla intentó afilar a su equipo con la entrada de Javi Moreno y Marcos Mendes, pero el Hércules comenzó a acusar el cansancio y a perder los duelos, sobre todo en el medio campo, permitiendo al Intercity manejar el juego con comodidad.

El guión se le torció al Intercity tras un choque fortuito entre sus dos centrales, que obligó al Mendibe a abandonar el campo en camilla. Sandroni apuró los cambios y recompuso al equipo, que tiró de paciencia y oficio para frenar las estampidas herculanas.

Entre parones y pérdidas de tiempo, el partido se fue embarrando y el Hércules ya no fue capaz de recuperar el hilo del juego. El Intercity, gobernado por un Julio Gracia imperial en el medio campo, movió el balón para desesperar al Hércules, que pese a las prisas no cayó en la trampa.

Nsue emergió como boya para darle oxígeno a su equipo y el Hércules se fue consumiendo sin crear peligro más allá de un remate fallido de Sotillos, ya en el descuento. El empate final fue un mal menor para los dos equipos alicantinos, que acabaron consumidos por el cansancio tras haber honrado el fútbol de la ciudad.