Benidorm

El esfuerzo valió para firmar una remontada espectacular hasta la sexta plaza y completar la segunda mejor primera vuelta en ocho años en la máxima categoría. Nunca antes estuvo tan cerca de la segunda plaza (a dos puntos, aunque con dos partidos más), ni de la pelea por Europa, aunque Latorre admite que mucho más ya no se le podía sacar al equipo, erosionado por una contrarreloj repleta de viajes, golpes y partidos.

"Estábamos en un momento dulce, nos salía todo, pero es verdad que el cansancio ya se notaba. No sabíamos si podíamos aguantar mucho más. Igual ganamos dos más que podíamos haber perdido el siguiente", razona el alicantino.

Latorre reconstruyó al final del pasado curso la plantilla con el objetivo de lograr algo parecido a lo que se vio al final de la primera vuelta. "La idea que teníamos era lo que se ha visto al final, pero es verdad que las circunstancias, como las lesiones y los dos parones por Covid, no nos habían ayudado".

"Sin tantas situaciones extradeportivas a lo mejor hubiéramos visto antes este rendimiento", argumenta el entrenador, para el que la principal lección que deja la primera vuelta es que el Benidorm "puede competir con cualquiera, como hemos demostrado".

Punto de inflexión

El despegue del Benidorm tuvo su génesis en el segundo parón por un nuevo brote de Covid que sufrió el equipo, justo cuando parecía haber iniciado el vuelo, tras trozar el empate ante el Barça y ganar en Antequera. "Al equipo le dio mucha rabia esa situación. Regresamos ante Logroño, aún con jugadores tocados y débiles, y competimos bien pese a perder", recuerda Latorre.

El Benidorm se rebeló ante su mala suerte y, pese a tener que afrontar un calendario endiablado, sacó lo mejor de sí mismo. A ese repunte contribuyó de forma decisiva el paso adelante dado por varios de los jóvenes del equipo, como el portero Roberto Rodríguez, el central Nacho Vallés y el extremo canterano Iván Rodríguez.

"Somos un equipo sin lanzadores, pero que tiene gol. La defensa es nuestro punto fuerte porque es profunda y de anticipación, pero para eso necesita una gran portería y nuestros dos guardametas han encontrado su mejor forma en el momento ideal", explica el técnico, quien enfoca también a los veteranos para justificar el crecimiento de los jóvenes. "Ellos han sabido crear un clima en el vestuario y en la pista para que los chavales no sientan la presión y puedan jugar con confianza", añade.

A por todas

Atrás queda el épico partido ante el Barcelona, en el que se escapó el empate en la última jugada, o las victorias ante colosos como Ademar León, Granollers o Bidasoa. Latorre solo le pide al 2022 que los jugadores regresen bien a los entrenamientos, el próximo 10 de enero, y que los argentinos vuelvan sanos de su estancia con la selección.

"Si no hay más contratiempos podemos hacer una segunda vuelta muy bonita. Sin la presión de luchar por el descenso, si empezamos bien y logramos engancharnos a la pelea por las primeras plazas vamos a pasarlo bien", pronostica el entrenador, quien asume que las segundas vueltas, casi por definición, "siempre son más difíciles".

"Los de abajo van a apretar a muerte para salir de ahí y los de arriba por mantener su actual posición. Ninguno de los cuatro primeros se va a caer de forma estrepitosa. Todo se complica más, así que hay que seguir en esta línea y mantener la confianza de las últimas semanas, en las que a pesar del cansancio había alegría por jugar", explicó el preparador del Benidorm, quien tampoco se olvida de la Copa, competición fetiche del club en los últimos años.

"Veremos qué equipo nos toca, pero tenemos la ilusión de volver a la fase final y de hacer un gran torneo, como el de hace dos años", recuerda en alusión al campeonato que permitió al Benidorm disputar la gran final y sellar por la vía rápida su primer billete para jugar en Europa.

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