No será fácil que Lucas Boyé pueda olvidar 2022, el año de su consagración futbolística. El delantero argentino, referente ofensivo del equipo ilicitano, ha coronado su excelente temporada con la llamada de la selección argentina para los dos partidos oficiales de clasificación al Mundial que disputará la próxima semana ante Venezuela y Ecuador de la fase de clasificación para el próximo Mundial de Catar.
Argentina, campeona de América y candidata al título, ya tiene el billete en el bolsillo desde hace meses, pero la llamada del delantero para estos dos partidos adquiere la máxima relevancia si se tiene en cuenta que el Campeonato del Mundo se disputa dentro de nueve meses y que las selecciones no tienen demasiado tiempo para hacer pruebas.
Será la primera ocasión en la que Boyé se ponga a las órdenes de Lionel Scaloni comparta vestuario con jugadores como Lionel Messi en un momento especialmente dulce para la albiceleste, que suma un récord de imbatibilidad que se prolonga ya durante 29 partidos. Di María (PSG), Lautaro Martínez (Inter), Ángel Correa (Atlético) o Julián Álvarez (River Plata) son los otros delanteros citados, lo que demuestra el altísimo nivel deportivo de la bicampeona mundial.
Boyé le debe gran parte de la convocatoria al Elche, el club que le ha dado la estabilidad necesaria para crecer y desarrollar todo su potencial tras varios años en Europa con más pena que gloria. El atacante, que cumplió 26 años hace unos días, no logró triunfar en Inglaterra, Grecia, Italia ni tampoco en su primera aventura en España, ya que no se adaptó ni a Vigo ni al Celta, donde apenas aguantó unos meses.
Emoción
Su llegada, visto su historial, generó muchas dudas. Fue una clara apuesta del propietario del club, su compatriota Christian Bragarnik. Este no dudó en adquirir los derechos del jugador el pasado al Torino el pasado mes de junio consciente de que la explosión futbolística estaba a punto de llegar.
Hoy Boyé es un cheque al portador gracias a su rendimiento, coronado con la llamada de la selección. Ya se le ha vinculado al Sevilla, Barcelona y Atlético. Y la lista no va a dejar de crecer.
El jugador, mientras tanto, califica como un "sueño" su llamada por parte de la selección. "Todo lo que puedo decir se queda corto. Sinceramente, es el sueño mayor de cada futbolista", ha explicado a los medios del club Boyé, quien admite que hace no demasiado tiempo veía "lejano" formar parte de la albiceleste.
"Formar parte de esta lista es muy especial y emocionante. Te toca todas las emociones que puede sentir un ser humano", añade el jugador, quien dedica a su "familia, novia, amigos y a las personas que están en el día a día" este éxito profesional, a la vez que a su club, el Elche, donde ha encontrado el ecosistema ideal para crecer.
"Esto habla del trabajo de todo el equipo. Cuanto mejor le vaya al Elche, mejor le va a ir a sus jugadores. Ojalá siga siendo así por mucho tiempo", sentencia el delantero. Lucas Boyé es el tercer jugador de la plantilla del Elche convocado por su selección para las eliminatorias de clasificación al Mundial tras el chileno Enzo Roco y el colombiano Johan Mojica, lo que habla bien de la calidad de la plantilla franjiverde y, sobre todo, del rendimiento de sus jugadores.