Ismael Falcón ya es pasado del Hércules. El gaditano, el mejor portero para el peor momento posible, abandona Alicante en busca de nuevos proyectos decepcionado por la deriva deportiva y por la nebulosa que rodea al futuro del club. Nadie puede garantizar nada en estos tiempos en el Hércules, en los que los accionistas juegan al Monopoly con la entidad, por lo que el portero, de 37 años, ha decidido poner fin a su tercera y, posiblemente, última etapa en el club.
El portero, a través de las redes sociales, ha querido despedirse del club y de los aficionados al señalar que ha sido “un orgullo” defender al Hércules durante ocho temporadas. “Es difícil, pero llegó el momento de despedirme de todos. Tras más de 250 partidos oficiales defendiendo al club con toda el alma”, ha escrito el portero, quien se ha mostrado agradecido a “compañeros, cuerpos técnicos, médicos, utilleros y personal del club”.
El gaditano ha tenido palabras cariñosas para la afición blanquiazul, a la que agradece “tanto cariño y respeto”. “Os llevo conmigo, sois un ejemplo. Vestir esta camiseta fue mi mayor orgullo. Ahora y siempre macho Hércules", concluye Falcón.
Poco después de su comunicado, el Hércules, en una nota oficial, también ha querido cerrar sin dramas la era del portero. La entidad define al gaditano como “un ejemplo para todos dentro y fuera del campo” y destaca que ha representado los valores “de humildad y compromiso”.
“Falcón siempre formará parte de la historia de nuestro club. Gracias por tu profesionalidad y tu entrega en los buenos y malos momentos. El Hércules y Alicante siempre serán tu casa”, finaliza el comunicado de la entidad.
Falcón, sin el oropel de otros que le precedieron, es una parte de la historia del Hércules y ya está junto a Pérez, Pazos, Humberto, Santoro, Amador, Espinosa, Falagán o Calatayud en el santoral blanquiazul. Le tocó el peor momento posible para ser portero del equipo. Una promoción a Primera perdida, un descenso a Segunda B y cuatro años malviviendo en el pozo, el último rubricado con el paso atrás hacia la Segunda RFEF, es todo lo que se lleva de Alicante el gaditano.
El pasado mes de abril, tras cumplir un récord de longevidad, el ya excapitán afirmó que “siempre escucharé primero al Hércules si me quiere”. El problema es que el club alicantino, entre otras muchas cosas, tampoco sabe qué decir.
La salida del portero, un jugador muy valorado por la afición y respetado por el vestuario, como ha quedado demostrado en los numerosos mensajes de apoyo que ha recibido en las últimas horas, es la segunda que se confirma en la plantilla tras la ya conocida de Kevin Appin para la próxima temporada, en la que el equipo alicantino militará en Segunda RFEF.