Alicante

Cada año dura menos la ilusión. El Hércules de Sergio Mora se había ganado el afecto de la hinchada blanquiazul en apenas un mes. Pese a no ir sobrado de fútbol, la entrega y el compromiso de los jugadores eran suficientes avales para reconquistar el cariño de la hinchada. Pero como suele suceder en el Hércules, cuanto mayor es la expectativa más grande es el batacazo.

La primera gran decepción llegó este domingo en Alzira, con más de 300 espectadores alicantinos en las gradas. El Hércules cayó con estrépito (4-0) ante un rival que el pasado año estaba en Tercera. La debacle tuvo un guión conocido, ya que comenzó a gestarse tras la expulsión del portero Adri López, quien cometió su segundo gran error en solo cuatro jornadas.

La expulsión, otrora accidente puntual, ya no le sirve de coartada a un equipo que se ha malacostumbrado a vivir en inferioridad numérica y a regalar jornada tras jornada ventajas a sus adversarios. Los números que ofrece el Hércules en este inicio de curso son escalofriantes, ya que suma seis expulsiones en cuatro fechas, tres veces más de todas las que sufrió la pasada temporada. En el curso 2020-21, solo el francés Appin el Alcoy y Erice en Orihuela dejaron al equipo en inferioridad.

Esta temporada, el equipo alicantino ya perdió en la primera jornada al central Carlos David por roja directa al derribar a un rival que se marchaba solo a portería.  En la segunda fecha, Pedro Sánchez, Raúl Ruiz y Tano Bonnin no terminaron el partido al ser amonestados con dos amarillas. El equipo ganó y se tapó que Sánchez vio una amarilla por protestar, Raúl por simular un derribo en el área rival y Tano Bonnín por celebrar con el público el gol, tres acciones evitables que, además, condicionaron al equipo en la siguiente jornada.

Expulsión de Raúl en el último partido.

Tras un partido de sosiego ante el Mar Menor, las expulsiones volvieron en Alzira. El portero Adri vio la roja directa por una imprudencia, mientras Aketxe, ya en pleno naufragio, dejó al equipo con nueve tras ver dos tarjetas de forma consecutiva, la segunda por aplaudir a la cara al colegiado.

Sergio Mora, además de pedir perdón por la humillante derrota, se mostró muy molesto por esta dinámica del equipo. “Cada día un numerito y así no podemos seguir. Si pretendemos estar arriba así es imposible”, indicó el preparador tras la contundente derrota en Alzira en alusión a la cantidad de jugadores que han sido sancionados con dos amarillas o la tarjeta roja.

A las expulsiones de seis jugadores se unen, además, dos más del cuerpo técnico, lo que ayuda a comprender el estado de nervios con la que se vive el partido en el banquillo blanquiazul. José de la Sagra, ante el Intercity, y Sergio Pelegrín, en Alzira, los dos grandes apoyos de Sergio Mora, también se han ido a la calle por no mantener las formas en situaciones de máximo estrés.

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