Alicante

El Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) dependiente de la Generalitat ya trabaja en una solución acordada con el Hércules CF para no tener que llegar a los tribunales el próximo 17 de noviembre. Como anunció este diario, en esa fecha se debía aclarar la vigencia del contrato de Aligestión (participada por Enrique Ortiz, propietario del club) suscrito con el Hércules por el que todavía que le quedaba al club 11 años de arrendamiento.

Desde la adquisición por parte del ente financiero autonómico -por el impago de Aligestión de un préstamo de la extinta CAM por 18 millones avalado por el IVF (en el año 2010)-, el estadio pasó a manos de la Generalitat. El IVF considera que la propiedad esta libre de cargas y el club deportivo esgrime el contrato de arrendamiento del que fuera su estadio.

Los planes del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, pasan por convertir el estadio en un gran centro deportivo y cultural "multiusos" y así se lo ha trasladado al IVF. También, que el histórico club alicantino pueda seguir jugando en él como local. De ahí las conversaciones para clarificar las cargas de las instalaciones antes de llegar a juicio.

Para Alicante

Desde el IVF, que varias veces han lanzado la idea de que adquiriese las instalaciones el Ayuntamiento de Alicante -sin éxito-, ven con buenos ojos la iniciativa de Puig. De ahí que una vez que la propuesta formal pase por sus órganos de Gobierno, podría acometerse una operación para que la Generalitat siga adelante con su proyecto.

El IVF tiene deuda contraída con al Generalitat, así que la operación es relativamente sencilla. Puede cargar su activo contra deuda de su pasivo con la Generalitat y recuperar así el dinero que costó la operación de adquisición del estadio hace unos años.

"El Rico Pérez es un activo que tiene que estar en manos de los alicantinos y, de ahí que intentásemos por todos los medios clarificar aquel convenio de Aligestión con el Hércules tras nuestra adquisición", explicó ayer a este diario, Manuel Illueca, director general del IVF.

"Creo que la idea del presidente puede devolver la ilusión a los alicantinos y herculanos porque el Hércules es una joya del deporte valenciano que actualmente está en una situación que no se merece. Este proyecto puede revitalizarlo, darle una nueva alma y es un motivo de esperanza para todos", añadió Illueca.

Larga historia

El IVF nunca ha querido el estadio Rico Pérez para su gestión directa ya que no se dedica a ese sector. Por eso intentó que el Ayuntamiento de Alicante, en manos del alcalde popular Luis Barcala, entrase en la operación y así recuperar el dinero perdido. Pero el Hércules sigue siendo un club privado y el Ayuntamiento no se encuentra en disposición de una operación semejante.

Ya lo hizo en 1994, cuando adquirió las instalaciones por 5,4 millones de euros ante los problemas económicos del club. Y nuevamente se lo vendió en 2007 al Hércules por 7,8 millones y el compromiso de Enrique Ortiz de invertir 6 millones en su remodelación.

Durante el pasado mandato se cuestionó por parte del entonces concejal Miguel Ángel Pavón que esa inversión se hubiese realizado. Entre tanto, Ortiz intentó conseguir pelotazos urbanísticos a costa del estadio. Primero, crear una zona comercial en sus bajos; luego trasladarlo a una de sus zonas en expansión, Rabasa. Ambas opciones resultaron un fracaso.

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