Alicante

Un goteo permanente de aficionados herculanos en las taquillas del estadio Rico Pérez anuncia que algo trascendente se avecina. La hinchada blanquiazul comienza a movilizarse para el decisivo partido ante el Unión Adarve en una eliminatoria que puede comenzar a cambiar la triste historia del Hércules durante la última década. Sergio Mora, el técnico del equipo, es consciente de la importancia del partido. “La afición, el club, el equipo y yo nos jugamos mucho”, admite el madrileño.

Atrás quedan, según Mora, las malas sensaciones con las que el Hércules cerró la competición regular –dos tristes empates ante rivales descendidos-, y el equipo solo enfoca a su nuevo adversario en una promoción de ascenso que es una competición “completamente distinta”. “No importa cómo llegues. Esta competición no se rige por los mismos estados. Mi equipo ha hecho borrón y cuenta nueva. Sabe que es una semifinal y que hay que ganar”, avisa.

Mora garantiza que el equipo está “con ganas” de que llegue el partido y recuerda que, pese a todos los pesares y obstáculos, el Hércules está “donde todos queríamos al principio, luchando por el ascenso”. El madrileño rechaza el papel de favorito y, pese a reconocer el peso de la historia del Hércules, recuerda que el Unión Adarve llega a esta competición “como segundos y nosotros como quintos”.

En cuanto al rival, el madrileño recuerda que el rival ha estado durante más de la mitad de su liga en la primera plaza, lo que avisa de su potencial. “Es un equipo intenso, solidario y con velocidad”, afirma Mora, quien relativiza el hecho de que parte de la plantilla del Unión Adarve compatibilice la práctica del fútbol con otras actividades profesionales.

“Me da igual lo que hagan fuera de su horario deportivo. Valoro que es un equipo complicado y con mimbres para hacer una buena eliminatoria. Para ser segundos habrán tenido que hacer muchas cosas bien”, reitera.

Visitantes en casa

Mora no consideró una “gran ventaja” jugar en el Rico Pérez ni que el equipo rival esté poco habituado a jugar en césped natural. Tampoco, a priori, que el Hércules, al que no le vale el empate al finalizar la prórroga, no tenga margen para especular. “Lo importante es que el equipo sepa manejar todos los partidos diferentes que se le pueden plantear y la tensión y los nervios”, señala.

En cuanto al formato de la competición, con eliminatorias a partido único, el madrileño lo califica como “bonito” y cree que provoca “más tensión que el de antes”. 

El sábado se producirá un hecho poco habitual, ya que el Hércules utilizará el vestuario y el banquillo visitante en su estadio al conceder en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) el rol de local al conjunto el mejor clasificado durante la competición regular. 

La RFEF, en una reunión con los clubes participantes, dejó abierta la posibilidad de que hubiera un acuerdo privado entre Hércules y Unión Adarve para que el equipo alicantino, por una cuestión logística y de comodidad, no tuviera que cambiar de vestuario y trasladar su material, pero la entidad madrileña decidió ejecutar su derecho de actuar como local. 

El entrenador ha restado importancia a este dato al señalar que el Unión Adarve está en su derecho, si bien en otros estamentos del club no es algo que haya sentado bien.

El preparador herculano se mostró convencido de que el estadio, pese al aparente divorcio del equipo con parte de la afición, vivirá el sábado “un ambiente espectacular” y confirmó la baja del extremo Nico y que Raúl Ruiz y Pedro Sánchez, en fase de recuperación de sus respectivas lesiones, harán todo lo posible para llegar al partido. “No voy a tener que obligarles a forzar, si hay una mínima opción sé que ellos van a pedir jugar”, sentencia. 

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