Roger Colomina: "El escudo del Hércules y su historia nos obligan a mirar para arriba"
El centrocampista no está preocupado por las dos caras que muestra el equipo y confía en aprovechar la ola positiva para sumar otro ascenso.
Pocos jugadores representan mejor que Roger Colomina (Sabadell, 1998) lo que Paco Peña y Rubén Torrecilla pedían para construir el nuevo Hércules. El catalán, jugador con "piernas y hambre", ha disparado su carrera deportiva en Alicante y ya es uno de los futbolistas más valorados por la afición.
Amante del ciclismo y admirador de Andrés Iniesta, Roger es consciente de que ha llegado al lugar ideal en el mejor momento posible para explotar todas sus cualidades. Se ha instalado en el entorno la sospecha de que no tardará en volar del Rico Pérez. Mientras tanto, Roger, ajeno a todo, disfruta del fútbol. Y el Hércules y su afición, de él.
¿Cómo está el ánimo del equipo tras la derrota ante el Castilla?
Siempre que vienes de una derrota se te queda mal cuerpo. Tenemos ganas de que llegue el fin de semana para revertir la situación ante el Antequera.
¿Qué explicación hay para que el Hércules ofrezca dos caras tan distintas dentro y fuera del Rico Pérez?
En todas las jornadas hemos competido. Fuera es verdad que nos está costando un poco más porque no hemos tenido la misma capacidad para generar ocasiones o tener el control del balón. Pero el equipo está en buena línea.
Pero hay mucha diferencia, y no solo de puntos, entre las dos versiones.
En el Rico Pérez generamos más acercamientos al área. Creo que la diferencia está en el control del balón. Además, son solo tres partidos. Y en uno de ellos puntuamos. No le daría, de momento, tanta importancia.
En poco más de un año se ha convertido en uno de los jugadores más queridos por la grada. ¿Siente ese afecto?
Sí, pero no sólo yo, sino todo el equipo. Desde que llegué he tenido muy buena conexión. Ojalá podamos mantenerla el mayor tiempo posible.
Su rendimiento desde que llegó sigue al alza. Parece que no ha notado el salto de categoría.
Yo intento jugar al fútbol, que es lo que me gusta. Hay años en los que las cosas salen mejor y otros en las que salen peor.
Mucha gente aún se pregunta, ¿qué hacía un futbolista como Roger Colomina en Segunda Federación?
Jugar al fútbol. Yo siempre pensé que podía dar algo más y que podía estar más arriba. Pero eso es algo que pensamos todos y no sabemos cómo ni cuándo nos va a llegar ese momento. Cada año intento dar lo mejor de mí y si llegan cosas buenas, bienvenidas sean. Para cualquier jugador es un orgullo y un honor que te llame el Hércules. Yo sólo aspiro a devolver toda la confianza que el club puso en mí e intentar mejorar día a día para ayudar al equipo y a los compañeros.
Para un futbolista de sus características, ¿luce más jugar en esta categoría?
Es verdad que los campos influyen mucho y están bastante mejor, pero la categoría tiene un nivel alto y un ritmo increíble. Hay rivales muy buenos y cualquier equipo te puede ganar. No es nada sencilla.
Existe el temor en Alicante de que usted va a durar dos Telediarios en el Hércules.
No me fijo en esas cosas. Yo me centro en jugar como sé y en ayudar al equipo para poder cumplir mis sueños.
¿Y esas prisas por renovar su contrato?
En realidad era algo que teníamos hablado desde mediados de la pasada temporada, pero decidimos esperar para centrarnos en el ascenso.
¿Cuál es su próximo sueño? Y no vale decir ganar al Antequera.
Lograr otro ascenso con el Hércules.
¿Qué recuerdos tiene del de la pasada temporada?
Lo que vivimos fue una pasada. Fue la mayor sensación de emoción y felicidad que he tenido en mi vida y ojalá pueda volver a repetirla.
Además, su imagen a hombros de los aficionados, bufanda en mano y en medio de una nube de humo blanca y azul, es icónica.
Pues fue una casualidad. Vinieron unos amigos a por mí y no me dejaron llegar al túnel de vestuarios. Luego, el fotógrafo del club me dijo: verás qué fotón te he hecho. La gente se sorprendería de la cantidad de aficionados que me han dicho que la tienen de fondo de escritorio en móviles y ordenadores. La verdad es que es increíble. A veces la veo y aún no me lo creo.
Tras el ascenso y la posterior renovación de la plantilla, ¿temió perder peso específico en el equipo?
Siempre que un equipo da un salto hacia arriba viene gente nueva. Es normal que el club apueste por jugadores que conocen la categoría y que tienen calidad. A mí no me influyó que la plantilla se renovara. El Hércules ha fichado jugadores de mucha calidad y muy buenas personas. Estamos encantados y disfrutando de ellos.
Con la mano en el corazón, ¿qué sensaciones le transmite el Hércules en estas primeras jornadas?
Nosotros estamos tranquilos. Hemos empezado bien a pesar de que el calendario era bastante duro. Somos recién ascendidos y sabemos que hay que ir partido a partido, pero también somos conscientes de que este escudo y su historia nos obligan a mirar para arriba.
La afición sabe de dónde viene el Hércules y casi nadie exige el ascenso. ¿Puede esa falta de exigencia confundirse con una falta de ambición?
Lo primero durante estas jornadas era asentarnos en la categoría. Tener paciencia no significa no tener exigencia. Sabemos que defendemos al Hércules y conocemos la fuerza de su historia y de su masa social. Somos inconformistas y queremos pelear lo antes posible por todo.
Orígenes
Viajemos a sus inicios. ¿Cuándo comenzó a jugar al fútbol?
Desde siempre. Y eso que el deporte dominante en casa era el ciclismo. Mi abuelo llegó a tener 30 o 40 bicicletas y mi padre, desde pequeño, me inculcó la pasión por la bici. Pero yo quería estar con un balón. Le sigo dando a la bici, pero más que nada como complemento a los entrenos, y sigo cuando puedo las grandes vueltas.
¿Quién era su ídolo de niñez?
Quizás por la cercanía, Andrés Iniesta.
¿Siempre se sintió centrocampista o tuvo que aprender el oficio?
Desde que recuerdo siempre he jugado ahí. Creo que me adaptó a todas las posiciones del medio campo, tanto en el centro como en las de interior. Desde el medio del campo se tiene una buena vista del partido, sabes por dónde te vienen y lo que toca en cada momento.
Se le ve muy adaptado al club y a la ciudad. ¿Cuál es su rincón favorito de Alicante?
Normalmente, vamos a la playa de San Juan a pasear. Pero personalmente me gusta mucho el centro de la ciudad. Me pilla cerca de casa, es bonito y tiene de todo. Cuando tengo un poco de tiempo suelo dar algún paseo.
Durante su carrera ha sido un jugador inquieto al que le cuesta echar raíces en una ciudad. ¿Se ve muchos años en Alicante?
Siempre he ido buscando un sitio en el que pueda cumplir mis metas y el Hércules es un buen lugar para asentarme. Estoy encantado. Ahora que el club ha pillado una época bonita, ojalá pueda estar mucho tiempo ligado y lograr otro ascenso.