El sector de la energía fotovoltaica está desplegando proyectos de mil hectáreas, en Alicante solo quedan 10.200 dedicadas al cultivo de la vid.

El sector de la energía fotovoltaica está desplegando proyectos de mil hectáreas, en Alicante solo quedan 10.200 dedicadas al cultivo de la vid.

Economía VINOS

Los vinos de Alicante piden protección frente al desahucio de los paneles solares

El sector lanza la campaña 'El viñedo del sol' para que se frenen los cerca de cincuenta proyectos que, de instalarse, impedirían el cultivo de la uva.

10 junio, 2021 17:56
Alicante

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El sector de la energía fotovoltaica está viviendo una revolución en España. Y en Alicante están alzando la voz para pedir que se piense dos veces lo que eso implica. Eso es lo que impulsa el Consejo regulador de la denominación de origen de los vinos en esta región. Con la campaña El viñedo al sol están recogiendo firmas porque temen que la instalación de los paneles solares les dejará sin terrenos donde poder cultivar.

El ímpetu energético es fuerte. En Cáceres ya están instalando la mayor planta de Europa. Y el anterior récord, de 2019, lo consiguieron las mil hectáreas de Mula, en Murcia. Ahora, el Consejo calcula que son cerca de cincuenta los proyectos que se quieren hacer en Alicante. Especialmente en las comarcas del Vinalopó y L'Alcoià. Un desahucio en toda regla de los campos que antes acogían sus viñedos.

Eso lo consideran la puntilla para el sector. Como indican en su petición, "estos proyectos se instalan en suelo agrícola de larga tradición" en el que ya sufren la "amenaza por desertización, falta de relevo generacional o baja rentabilidad". En la actualidad solo quedan unas 10.200 hectáreas de viñedo, donde trabajan unos 2.200 viticultores, sin exclusividad para este cultivo para más de cuarenta bodegas.

Con grandes proyectos de mil hectáreas cada uno, solo hacen falta diez para que desaparezca un sector con "una historia de más de tres mil años", como destacan orgullosos. Y por eso, aunque se ha producido cierta renovación generacional "y haya un renacimiento", alertan de que "las hectáreas actuales se han visto reducidas en las últimas décadas de manera notable".

El desconocimiento en Madrid

El estudio que han hecho, avalado por expertos de la Universidad de Alicante, pinta una negra perspectiva. Según calculan, en el 2023 se perderían entre tres mil y cinco mil hectáreas de viña. Y lo que se deje de cultivar, no se recupera. Al menos según la normativa europea actual.

Como explican, "cada viña tiene que tener su autorización y la pierde si se arranca o se abandona". Una realidad que ya sucede puesto que en otras autonomías compran estas licencias a los agricultores en Alicante.

Necesitan que el grito de auxilio que lanzan se escuche más allá de la provincia. Esta semana, el presidente del Consejo regulador, Antonio Navarro, reunido con la delegada del Gobierno, Araceli Poblador, así lo pedía. Según lamentaba, la dimensión de los proyectos que se tienen que aprobar desde Madrid pasa el filtro porque la capital "no conoce la situación medioambiental de Alicante".

¿Monastrell en extinción?

Si una variedad se adapta al entorno alicantino esa es la monastrell. Como explican, el origen en estas tierras está reconocido en otras zonas de gran tradición vinícola. Y resaltan que "aquí sobreviven ahora mismo unas 7 500 hectáreas de esta variedad. Muchas de ellas, tienen una antigüedad de entre 50 y 70 años, material muy delicado".

Las vides de monastrell tienen un ciclo de maduración es muy específico y adaptado a las circunstancias locales. Un cultivo que se traduce en su uso del agua y el aprovechamiento del suelo calcáreo y pobre en otros recurso. Aspectos que, como reiteran desde el Consejo, generan esa vinculación particular del vino con la tierra.