Las Kellys de Benidorm tienen pensado, en los próximos meses, dar un paso más en su lucha en defensa de las camareras de piso que limpian en los hoteles. Constituidas desde hace unos años como asociación, tienen previsto convertirse en sindicato. Así lo ha confirmado la portavoz del colectivo, Yolanda García, a este medio. La propuesta, si bien no es nueva, ya que las Kellys de Barcelona ya lo montaron, sí que lo es para la Costa Blanca, donde esta asociación y los sindicatos tradicionales como Comisiones Obreras y, sobre todo UGT, nunca han llegado a entenderse ni a colaborar.
El último episodio de este distanciamiento ha sido la negociación del próximo convenio colectivo de Hostelería de la Costa Blanca, cuya firma está prevista para finales de octubre. Las Kellys, sin posibilidad de sentarse a dialogar con la patronal al no ser sindicato, se dirigieron hace una semana y media a UGT y CC. OO., los representantes que sí que estarán, para que escucharan sus demandas. "No nos han respondido a nuestra petición de reunión porque saben qué es lo que les vamos a pedir", señala García.
Tampoco tienen noticias de la Conselleria de Economía Sostenible, cuya directora general de Trabajo, Elvira Ródenas Sancho, les comento la posibilidad, en un encuentro en junio, que podrían participar en las Mesas de Diálogo social de la Hostelería, donde se sentarían patronal, sindicato y administración.
Por estos motivos, las Kellys volverán a salir a la calle el próximo 27 de septiembre, Día Internacional del Turismo, para protestar contra una demanda histórica en el sector, la sobrecarga laboral, y a favor de un "convenio laboral justo".
El sindicato, "la solución más lógica"
Yolanda García asume que pasar a ser un sindicato era "al final, la solución más lógica". Para ello, están buscando abogados laboralistas que les apoyen. "Es la única manera porque como asociación nos frenan en muchos sitios", asume tras poner como ejemplo que no les dejan entrar a un hotel a hablar, "ni podemos ir a las elecciones sindicales a informar".
"Como asociación hemos hecho muchas cosas, pero tenemos un freno y estamos limitadas", añade esta representante. Un paso que "va a costar" porque el precedente de Barcelona, asegura, ha supuesto para sus compañeras que han creado secciones sindicales "despidos o juicios pendientes".
¿Por qué no se alían con los sindicatos actuales? Explica Yolanda García que lo han intentado, sin éxito. "Meses antes de la pandemia fuimos a CC. OO. para ofrecerles nuestra ayuda a sus delegados de cara a hacer fuerza conjunta y plantear incluso una huelga y nos llegaron a decir que la culpa de la situación es nuestra por no afiliarnos al sindicato", se lamenta.
Además, asegura que muchas camareras de piso "se han ido" de sus hoteles sin "haber visto jamás" al delegado sindical que las representan. "Todas sabemos que las cosas se cambian desde donde se decidan las cosas, desde dentro, pero ellos", en alusión a los sindicatos, "están dentro y poco han cambiado".
El nuevo convenio
El nuevo convenio colectivo de la Hostelería en la Costa Blanca está llamado a sustituir el anterior, de 2014-2019, prorrogado hasta la actualidad por la pandemia. Hace 5 años, las Kellys ya se reunieron con los sindicatos para explicarles sus líneas rojas de cara a negociación: que se pusiera freno a la externalización del servicio de limpieza, el origen de su devaluación laboral, aducen, y la carga de trabajo. El acuerdo, entonces, no se alcanzó con CC.OO, sí con UGT; "hicieron caso omiso a nuestras mejoras", apunta.
¿Es posible que un convenio prohíba la subcontratación? Sí, si atendemos a acuerdos como el de Tenerife, cuyo artículo 18 deja claro que las empresas "no contratarán o subcontratarán con otras empresas personal para los servicios de restaurante, bares, cocinas, recepción y pisos". El convenio de la isla más grande las Canarias también introduce una obligatoriedad en los estudios ergonómicos que, a la postre, eviten las enfermedades profesionales y las Kellys de Benidorm reclaman lo mismo.
"A veces nos han dicho que ya no solo atacamos a la patronal sino también a sindicatos y yo siempre contesto que el primer culpable de lo que nos pasa es el empresario y que los daños colaterales son los sindicatos", resume la portavoz de las Kellys.
Estas reclamas saldrán a relucir en la concentración del 27 de septiembre en la calle Gambo de la capital turística.