La patronal del calzado de la Comunidad Valenciana, cuyo principal peso se encuentra en la provincia de Alicante, quiere que las empresas del sector empiecen a poner su mirada en el sol como energía alternativa a la electricidad ante el tarifazo eléctrico que soporta el país.
Este movimiento llega en un momento especialmente delicado para un tejido industrial que ve como, además de tener que hacer frente a la subida de la luz, está sumando el encarecimiento del transporte ante la escasez de las materias primas de Asia y otros problemas menos recientes como los aranceles impuestos por EEUU o la incertidumbre que ha traído el Brexit.
Ante esta "tormenta perfecta", como se ha llegado a definir, este sector, como otros industriales, parece que está en proceso de vislumbrar el autoconsumo fotovoltaico con buenos ojos. En el caso de Alicante llama más la atención que en otros puntos del país puesto que, como recuerda Rafael Barrera, director de la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (ANPIER), es una de las provincias con más horas de sol del país -por su situación geográfica y climatología-, a la altura de otras como Huelva, Almería o Sevilla.
"Con más de 3.000 horas de sol al año en Alicante una placa fotovoltaica rinde un 40% más que en el norte de Europa, donde la penetración del autoconsumo es masiva", señala Barrera. Bajo este contexto, la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (AVECAL) ha reunido a sus empresarios este martes para que conozcan, de la mano de la mercantil Cubierta Solar, líder en la instalación de estas placas en la industria, "los beneficios económicos y de sostenibilidad" que la alternativa fotovoltaica puede aportar a esta industria.
Según el responsable de Desarrollo de Negocio de Cubierta Solar, Emilio Trinidad, el autoconsumo puede suponer “la gran solución para combatir los altos costes energéticos” que está teniendo que asumir la industria española. El especialista en autoconsumo energético ha señalado que ahora una instalación fotovoltaica de autoconsumo tiene un plazo de retorno de la inversión aún más corto, que oscila entre tres y cuatro años y medio aproximadamente.
Hasta 240.000 euros de ahorro
“Mientras que haya sol y este sol produzca energía, a través de paneles fotovoltaicos, nos va a permitir que el kilovatio de la fotovoltaica compita contra el kilovatio de la red eléctrica, que en estos momentos está a precios desorbitados”, ha avanzado Trinidad. La particularidad de la alta radiación en Alicante permite que haya "una importante producción de kilovatios/hora en esta provincia", según ha puntualizado Trinidad, lo que acaba redundado en el ahorro energético de las empresas respecto a la red eléctrica, cuyo servicio, en principio, tendrían que seguir disponiendo las empresas.
El especialista energético ha incidido en que una instalación fotovoltaica bien dimensionada en horario diurno “nos puede aportar en torno a un 75% u 85% de la energía más barata que la energía de la red eléctrica en horario diurno”. Como ejemplo del retorno económico de este tipo de tecnología, Trinidad ha explicado que “en una instalación mediana de unos 500 kW podemos hablar de hasta un ahorro medio de entre 15.000 y 20.000 euros al mes” en función de los niveles de consumo de la empresa industrial. Esto equivaldría a un ahorro máximo anual de 240.000 euros, siempre según estas estimaciones.
¿Por qué el sector no se anima?
Pese a las evidencias que defienden los partidarios del autoconsumo, los datos son tozudos y muestran que España sigue a años luz del resto de países del centro y norte de Europa donde, paradójicamente, hay menos sol. Si bien el autoconsumo solar español creciócreció un 94% en 2019, un 30% en 2020 y está previsto un crecimiento exponencial tras la inyección de los fondos europeos en 2021 (unos 450 millones de euros), todavía se encuentra muy lejos de otros países como Alemania.
"A pesar de los buenos datos, si nos mantenemos al ritmo actual y suponiendo que Alemania, que tiene la mitad de horas de sol al año, no instale ningún megavatio más, tardaríamos 64,7 años en alcanzar su nivel de autoconsumo solar" ha asegurado recientemente la directora de Política Energética en la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), María Colom.
Preguntado al responsable de la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (ANPIER), Barrera habla de diferentes "obstáculos". Por un lado, el sector de los productores fotovoltaicos todavía arrastra "los problemas de inseguridad jurídica" con el marco español que tuvieron al principio, explica. Una inseguridad que no ayudó el llamado -polémico- impuesto al sol, derogado por Pedro Sánchez en 2018.
También hay barreras del tipo "tecnológicas", que corresponden con las habituales ante una novedad en el mercado, como le está ocurriendo al coche eléctrico, o al menos en España, donde no termina de arrancar. Y por último, no hay que olvidar la barrera psicológica", que provoca incertidumbre en el empresariado sobre el autoconsumo satisfará de verdad su demanda de energía; un empresariado, el del calzado, que históricamente ha mostrado, en líneas generales, reticencias a los cambios e innovaciones.
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