El Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, que dirige la socialista Teresa Ribera, celebra hoy en Alicante el ciclo 'Diálogo sobre el futuro del agua' junto con la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea. Y aunque en un principio estaba prevista la participación institucional del presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, se ha caído del cartel en lo que el PP entiende como un veto.
El Gobierno ha justificado su ausencia en que las administraciones intermedias no participan en estos foros, pero detrás hay una larga lista de pulsos en la organización de acto. Algunas convocatorias previas sí recogían su participación. De hecho, estaba propuesto que el foro que se celebrase en Auditorio Provincial (Adda), con mucha más capacidad que la sala del Museo Contemporáneo (Maca), pero se ha preferido éste último para evitar a la Diputación.
Tampoco se ha permitido que Mazón acuda a mediodía a la mesa con regantes y sectores económicos, dándole sólo la opción de hacerse una foto institucional. Por lo que el presidente de la Diputación se ha ido a la Vega Baja al "Primer corte de la alcachofa", y así poder hablar cara a cara con los agricultores.
Quien sí ha podido contraponer con Ribera y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig (también del PSOE), ha sido el alcalde de la ciudad, Luis Barcala. El popular ha centrado su intervención en los "continuos recortes y hachazos del Gobierno al trasvase Tajo-Segura". Hasta el punto de que ha cifrado en un 85% menos de posibilidad de acceder al agua por parte de los alicantinos frente al resto de españolas.
Ribera ha tenido que escuchar de boca de Barcala que no tiene sentido "seguir penalizando a quienes más reutilizan". Puig, por su parte, que "los alicantinos nos sentimos desamparados y frustrados" por parte del Gobierno autonómico en relación a sus políticas de agua. Además, ha recordado que sustituir agua trasvasa por desalada es mucho más caro e insostenible medioambientalmente.
Barcala, que ha manifestado públicamente su malestar por el veto a su jefe de filas en el PP de la Comunidad Valenciana, ha terminado recordando todas las políticas hídricas que desarrolla la Diputación de Alicante. Y es que no es la primera vez que Puig veta o pone la zancadilla a quien será su adversario en las elecciones de 2023 en actos institucionales.
La respuesta
Frente a estas acusaciones, la ministra ha respondido en su intervención con vaguedades acerca del cambio climático y los "desafíos y oportunidades" que suponen la falta de agua. Ni una palabra sobre el veto al presidente de la Diputación. Ni una palabra respecto al trasvase Tajo-Segura.
Por su parte, Ximo Puig ha seguido la misma senda hablando de que hay que "pensar, dialogar y preparar el futuro y superar el cortoplacismo". Así, tras reivindicar su plan Vega Ren-hace para la Vega Baja alicantina tras la DANA de septiembre de 2019, ha aprovechado para volver a sacar su tema estrella, "la Comunidad de Madrid".
Todo el auditorio esperaba que cuando se ha referido a la insolidaridad de otros territorios iba a hablar de su compañero de partido Emiliano García-Page, que desde Castilla-La Mancha se ha propuesto la liquidación definitiva del trasvase Tajo-Segura. Sin embargo, sus críticas han ido dirigidas a la Comunidad de Madrid por no recuperar ni reutilizar agua.
El presidente de la Generalitat ha reiterado que el trasvase es "fundamental e irrenunciable, pero sin buscar la confrontación". "No queremos ni pancartas ni electoralismo", ha señalado, porque en su opinión "es hora de superar la guerra del agua".