La Federación Nacional de Asociaciones de Empresarios de Trabajadores Autónomos (ATA) ha afirmado recientemente que la reforma de la cuota de autónomos que plantea el Gobierno central para que entre en vigor en 2023 podría tener, como efecto secundario, un aumento de la economía sumergida.
Teniendo en cuenta que la provincia de Alicante encabeza esta actividad económica que escapa al control de Hacienda, con un porcentaje estimado en el año pasado de casi 25% del total en toda la Comunidad Valenciana según el Instituto de Estudios Económicos, cabe preguntarse qué acabaría pasando si la medida del ministro José Luis Escrivá sigue adelante.
Escrivá ha propuesto que los autónomos que declaran menos de 600 euros mensuales, pasen de pagar una cuota de 282 euros en 2023 a, progresivamente, una de 183 euros en 2031; los que tengan hasta 900 euros también acabarían pagando menos, 245 euros; luego aumentaría levemente en una cuota fija en el tiempo de 352 euros con ingresos de hasta 1.300 euros para empezar a crecer para los autónomos que declaren más.
Ante la pregunta de si crecerá la economía sumergida en este contexto, la respuesta no es clara. Más allá de la opinión de la patronal, el profesorprofesor del Departamento de Finanzas y Contabilidad de la UPF Barcelona School of Management (UPF-BSM), Andrei Boar, da por hecho que la nueva cuota hará que "muchos autónomos dejen de serlo" al suponer "mayor presión fiscal", por lo que "es fácil de prever que en los próximo años aumentará la economía sumergida".
Sin embargo, desde el sindicato UGT consideran, para empezar, que la economía oculta entre autónomos "ya está ocurriendo" y que, en cambio, la reforma de la cuota podría provocar "todo lo contrario", es decir, "aflorar" la economía en negro. El ministro Escrivá ha hecho "una buena propuesta de arranque", asegura Javier Pastor, secretario general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) de UGT del País Valencià.
España es el país "con más carga fiscal para sus autónomos de su entorno, con una cuota que llegará hasta el 30% de su facturación, que no de sus ingresos, IVA e IRPF a parte", recuerda por su parte Boar. "Haría falta que esta cuota se adaptara a los cobros que hacen los autónomos, sobre todo teniendo en cuenta, que los primeros que incumplen los plazos son las mismas administraciones", sostiene.
Cabe recordar, añade, que "ingreso no significa cobro", por lo que "la cuenta de pérdidas y ganancias y la tesorería de una empresa o de un autónomo son muy diferentes". En este contexto, emitir una factura hoy "y no cobrarla hasta después de meses es habitual". En el caso de las administraciones, aunque por ley deban pagar en 30 días, 60 en el caso de las empresas, la Administración Central del Estado paga de media a 39 días, los ayuntamientos a 118, las Comunidades Autónomas a 140 días y las grandes empresas a 100 días, según un informe de ATA.
"Sí que podrán asumir la cuota"
El sindicalista Pastor matiza que un factor que contradice la versión de que aumentará la economía sumergida es que los autónomos que se den de alta por primera vez van a mantener una cuota durante los primeros meses de tarifa plana de 70 euros, en lugar de los 60 iniciales.
"Y con una cuota de 183 euros" para los autónomos con menos de 600 euros de ingresos, sí que haría que haya mucho autónomo con pluriactividad que acabaría legalizando esa situación porque esa cuota sí podría pagarla". Aún así, con todo, desde UPTA ya han propuesto bajar esa cuota a 135 euros.
En cambio, explica el profesor Boar, "todos aquellos que superen los 1.300 euros de facturación verán incrementada la cuota de forma progresiva y si analizamos los datos, se puede ver que en la práctica, la cuota de autónomos será de aproximadamente el 30% de los ingresos declarados en 2031". Si a este 30% de cuota de autónomos, "le añadimos el 21% de IVA y el 15% de retención avanzada del IRPF, los autónomos trabajarán para pagar impuestos, puesto que la presión fiscal al final del trimestre, será del 60%", insiste el profesor.
"Está claro que el IVA es un impuesto neutro, pero la gran mayoría de autónomos, no lo pueden facturar a parte y, por lo tanto, no deja de ser una carga más. Si nos situamos en el año 2031 y con las cuotas propuestas, el autónomo destinará el 60% de su facturación para pagar impuestos y del 40% restante, tendrá que pagar sus costes y tendrá que vivir", concluye el docente.
Sin embargo, otro de los argumentos favorables de UGT son que, hoy en día "hay muchos autónomos que no pueden esconder nada" a Hacienda. "En el sector de la Hostelería puedes quitar caja, en comercio también, pero cuando trabajas para empresas, y hay mucho autónomo que trabajan para empresas, no vas a poder hacerlo", así que, "al final, la gente actualmente está defraudando va a ser la misma que lo intente" de salir adelante la reforma del Gobierno, "pero no más".