El empresario alicantino Enrique Ortiz, uno de los tres socios en la actual Unión Temporal de Empresas (UTE) que controla la limpieza de Alicante, se está planteando no concurrir a la próxima convocatoria del contrato de limpieza viaria y recogida de basuras que el Ayuntamiento sacará a concurso durante las próximas semanas, según las fuentes consultadas por este periódico. Eso no quiere decir que renuncie a todo el servicio: sí tiene pensado optar la gestión de los residuos en la planta de Fontcalent, que se tramitará con un pliego aparte.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, actualmente hay al menos seis empresas interesadas en el servicio de limpieza viaria y recogida de basuras, divididas en tres UTE. Una estaría formada por FCC y Ferrovial, actuales socios de Ortiz, pero sin el empresario; otra sería la formada por Urbaser y Acciona; y una tercera la de STV con Valoriza. Ahora queda saber si el promotor alicantino dará definitivamente el paso y dejará a sus antiguos socios para ir por libre.
Lo cierto es que FCC y Ferrovial llevan años tratando de restar el peso de Ortiz dentro de la adjudicataria de limpieza, UTE Alicante. O, al menos, disimular la influencia que siempre ha tenido en el organigrama de la compañía, copado por familiares suyos o personas de su estrecha confianza.
El promotor es una figura controvertida en la ciudad por los casos de corrupción en los que se ha visto implicado. El último, Brugal, el que investigaba el presunto amaño del urbanismo alicantino a favor del promotor, se saldó con una multa para Ortiz por dar regalos al exalcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi. Su sucesora, Sonia Castedo, se libró porque el delito ya había prescrito.
También hay que tener en cuenta que el caso Brugal puede tener más recorrido judicial, teniendo en cuenta que los fiscales del Supremo han decidido por unanimidad recurrir el fallo de la Audiencia Provincial de Alicante. Fuentes jurídicas explican que su idea es solicitar la nulidad del juicio por las omisiones en la sentencia.
Otra de las hipotecas que tiene el empresario es que confesó haber financiado irregularmente al PP valenciano dentro del caso Gürtel durante los años 2007 y 2008. Lo hizo a cambio de rebajar la pena de cuatro años de prisión que Fiscalía pedía para él. Finalmente, se quedó en uno año y tres meses, por lo que no tuvo que ir a la cárcel.
Un contrato problemático, otro lucrativo
El servicio de limpieza viaria de Alicante es probablemente el contrato más controvertido del Ayuntamiento. Es el que más quejas recibe cada año por su propia naturaleza, y supone además un quebradero de cabeza en las encuestas externas de satisfacción ciudadana, que año tras año colocan a la ciudad en las últimas posiciones de la clasificación nacional.
A lo que sí parece que Ortiz no tiene pensado renunciar es a la gestión de Centro de Tratamiento de Residuos (Cetra). La actual planta de Fontcalent es una máquina de hacer dinero al facturar por cada tonelada tratada, y da muchos menos problemas de cara a la opinión pública que la limpieza viaria.
Fuentes conocedoras del futuro pliego aseguraron que en este contrato la competencia "será dura", y que no sería de extrañar que las empresas que quieran optar a él lo hagan en solitario. Incluido el propio Ortiz, que podría concurrir por primera vez en 20 años en solitario a prestar este servicio. Tanto en Inusa, que se hizo con el control de la contrata en 2001, como UTE Alicante (2013), tenía como compañeros de viaje a FCC y Ferrovial.