El 'cohousing' o covivienda por el cual los inquilinos de un bloque comparten espacios comunes, además de los suyos privados, se pasa al alquiler. O eso al menos es lo que pretende una cooperativa de la provincia de Alicante que, consciente de las dificultades para favorecer este modelo de vivienda en concepto de adquisición de la propiedad, considera que el arrendamiento no solo no es una forma más barata de acceso a la misma para el inquilino, sino que también es más factible para el promotor.
"Es una novedad, una evolución de este concepto", asume Prudencio López Vicedo, coordinador de la red de especialistas en vida sostenible 'cohousing', que llega tras no cuajar su anterior proyecto, reconoce, el de comprar o rehabilitar un inmueble en Elche para su adquisición común por parte de los vecinos interesados.
"En vez de hacer un esfuerzo económico las personas socias, lo hace el inversor que se pone de acuerdo con la comunidad sobre el tipo de vivienda a construir o rehabilitar y las zonas comunes", avanza López Vicedo, "y establece una rentabilidad ética, un porcentaje sobre su cesión que se pueda considerar razonable para que todas las partes ganen".
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Estima Prudencio que el inquilino pagaría una mensualidad de 750 euros, que es el precio medio de un alquiler tanto en Alicante como en Elche para una vivienda con dos dormitorios, agrega, "pero saldría más económico que un alquiler normal al tener que restarle unos 200 euros mínimo de ahorro por la forma del vivir del 'cohousing'", asegura. Esto es, porque al haber una cocina común, la cesta de la compra saldría 50 euros más barata, 25 de gastos de energía, 20 de ocio, 40 de comunidad y otros 40 de "ayuda mutua", enumera.
Otra ventaja que explica este ilicitano es que, en lugar de los contratos habituales de arrendamiento, que suelen ser anuales o hasta 5 años, ahora se alquilaría por un periodo máximo de 30 años, "para ganar estabilidad ya que el precio a pagar sería solo el correspondiente al incremento del IPC", establece. Así, la fórmula para acceder a la vivienda sería a través de una póliza de impago y un fondo de reserva, "lo cual garantiza que la cooperativa" que está gestionando el bloque "puede responder", agrega.
La novedad, por lo tanto, con respecto a la compra de viviendas 'cohousing', por la que las personas asumen que son promotores directos, radicaría también en el coste de la construcción o rehabilitación de vivienda en régimen de alquiler, el cual correría cargo de un inversor "que entienda que le pueda ser especialmente beneficioso hacer un edificio completo para alquiler a inquilinos únicos".
Inversor 'ético'
Un inversor que "no hace falta que sea un promotor". "Estamos en negociaciones, porque hay fondos de inversión éticos que buscan rentabilidad a largo plazo no especulativas, y también hay 'family offices' que son oficinas de inversión de familias, normalmente, empresarias, que han reunido un dinero y lo gestionan a través de este tipo de despachos", afirma.
¿No será difícil encontrar ese perfil de inversor 'ético' en un mundo, el inmobiliario, marcado por la especulación? Le preguntamos. "No es que sea fácil, pero también te digo que cada vez nos estamos encontrando con más profesionales inversores que buscan un equilibrio, que buscan cumplir con factores ESG [Enviromental -Medio Ambiente-, Social -Social- y Governance -Gobernanza-], que el sector inmobiliario se está imponiendo", dice.
Y cree que "hay fondos que quieren ese equilibro porque les interesa empresarialmente ser reconocidos como fondos" que apuestan por la Responsabilidad Social Corporativa "porque son parte de empresas importantes que quieren tener un reconocimiento oficial y administrativo de que son sociales y eso nos viene fenomenal porque significa que se ponen a tiro con una rentabilidad aceptable", alega.
A este respecto, a su juicio, la tendencia de los tenedores de suelo privado está cambiando. "En estos momentos, en vez de hacer edificios para vender, cada vez más promotores e inversores que lo están destinando a alquiler", cifrando en 90.000 viviendas de este tipo en España. "Les proponemos que en vez de alquilarlos de manera individual y especulativa sea a través de una cooperativa para gestionar ese cobro", invita.
Y tras ello pone como ejemplo el caso de Valencia, donde existe "una experiencia similar", con una cooperativa que tras comprobar que "era imposible" encargarse ellos de la construcción de un bloque para 'cohousing', "han llegado a un acuerdo con un promotor que ha comprado el suelo, y ahora mismo lo está construyendo para alquilar".
¿Y en la provincia alicantina? "Estamos trabajando con un solar en zona del Corazón de Jesús" de Elche, explica Prudencio López, para 28 viviendas y zonas comunes en un edificio a rehabilitar, , "pero depende de que haya personas interesadas", avisa. Para las que es interese, existen unas reuniones aclaratorias disponibles en el siguiente enlace para las próximas fechas.