La empresa especializada en servicios educativos y deportivos Ilitia Mediterránea, adjudicataria de decenas de cantinas en institutos públicos de la Comunitat Valenciana, asegura que ha formalizado esta misma semana el pago de la última nómina que quedaba pendiente con los empleados de estas instalaciones. Así lo anuncia en un comunicado donde explica el proceso de profunda restructuración de la plantilla hecho y la negociación, en la mayoría de casos de la continuidad, de los anteriores titulares de las cantinas.
La firma, con sede en Elche, destaca que "en su compromiso con la responsabilidad social y económica", ha tomado decisiones significativas en los últimos meses para mejorar la gestión y operación de sus cantinas. Y eso, como añade, "siempre con el objetivo de preservar los medios de vida de nuestras comunidades y mantener la transparencia en nuestras actividades".
En este sentido, indica que "pese a los desafíos, hay que recalcar que cualquier retraso en pagos fue momentáneo y nunca excedió de dos meses". Según, puntualizan, todas las remuneraciones están al día, y tras seis meses de esfuerzos, "hemos logrado estabilizar y mejorar nuestra línea de negocio de hostelería".
Continuidad de empleo
"Conscientes del impacto económico que podrían tener nuestras acciones sobre las familias de antiguos concesionarios, hemos negociado con éxito la continuidad de los titulares de cantinas", continúan explicando desde Ilitia Mediterránea. Con esta decisión, consideran que "no solo ha mantenido a muchos fuera de la economía sumergida, sino que ha asegurado la continuidad de sus actividades laborales".
El comunicado lamenta que "algunos individuos optaron por boicotear y cometer actos indebidos, incluyendo el robo de género". Estas acciones han llevado al despido de los implicados y al inicio de procedimientos judiciales, "en línea con nuestra política de cero tolerancia hacia las malas prácticas".
De ahí que aseguran que la reestructuración de la plantilla acometida por Ilitia "ha sido un paso necesario para abordar problemas como hurtos y conductas inaceptables, algunas de las cuales podrían constituir delitos contra la salud pública". La empresa asume que ha habido descontento entre los trabajadores que han sido apartados del proyecto por estos motivos, pero razona que "las medidas tomadas eran críticas para asegurar la integridad y salud de nuestro ambiente laboral".
Acuerdo en Alcalá
La empresa ilicitana, que también se encarga de gestionar las instalaciones deportivas de la Universidad de Alcalá, ha alcanzado un acuerdo con los empleados tras meses de negociaciones en los que se ha redimensionado la gestión. "Celebramos el acuerdo alcanzado con los trabajadores", afirman, "cumpliendo con todos los términos de forma rigurosa y puntual".
De esta forma, afrontan la manifestación convocada para el 20 de noviembre por un sindicato minoritario, que incluye a antiguos empleados, concesionarios que perdieron sus concesiones y siete directores de institutos donde se despidió al antiguo concesionario. Los responsables de Ilitia Mediterránea lamentan que estos "han intentado menoscabar nuestra imagen con denuncias falsas a Sanidad" y se defiende de "ataques injustificados y prácticas deshonestas. Reiteramos que todas las decisiones tomadas han sido independientes y sin influencia del Gobierno actual, rectificando las fallas heredadas del gobierno anterior".
"Nuestra intervención ha resultado en una mayor calidad de empleo y una defensa firme de los derechos de los trabajadores. Hemos transformado una actividad que carecía de transparencia en una operación empresarial limpia y ordenada. Ilitia Mediterránea continúa comprometida con la mejora continua y la integridad de todas nuestras operaciones y la satisfacción de todos nuestros empleados y clientes", concluye el comunicado.