Alicante

Desde la provincia de Alicante se están creando empresas innovadoras que están revolucionando la forma de hacer las cosas en sectores como el aeroespacial, el tecnológico y también en el área industrial. E-zero es una de ellas. La startup bien podría llamarse la compañía del rey Midas por convertir residuos en aceite, el oro líquido de la actualidad.

Refinar el aceite industrial usado y transformar neumáticos y otros elementos derivados del petróleo en lubricantes limpios y listos para reutilizarse en las fábricas o en los vehículos parece una tarea imposible, pero no lo es. Esta es la razón de ser detrás de una de las empresas más innovadoras del Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández de Elche.

La iniciativa de 2023, originaria de la Universidad de Alicante (UA), ha puesto en marcha un sistema pionero con el cual consiguen convertir desechos industriales en materiales nuevos de alto valor. El CEO de la entidad, Áaron Moreno, explica cómo han ideado el proceso para refinar estos desechos y darles una vida ilimitada. "Hemos desarrollado un material para la filtración química mediante una espuma metálica que atrapa los restos contaminantes", indica el responsable sobre un mecanismo que fomenta la economía circular.

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Emplear productos que nadie quiere como base de su negocio hace que su materia prima sea muy abundante y barata. "Muchas veces nos sale gratis obtener los residuos", afirma Moreno. Aceites de coches y de industrias, plásticos, cauchos y otros derivados del petróleo alimentarán la primera refinería de E-zero, que abrirá sus puertas a comienzos de febrero en el Polígono Industrial de Carrús.

La revolucionaria idea supone una innovación con grandes ventajas en sostenibilidad, ya que es "un proceso que se podría realizar 100.000 veces sobre un mismo aceite sin perder contenido en el proceso, porque solo se filtran los componentes contaminantes. De cada 1.000 litros de aceite usado perderíamos tan solo tres de agua y de sustancias tóxicas". Uno de los aspectos destacados de la firma es que consiguen un aceite extraído de la quema de neumáticos y plásticos que también refinan para sacar un líquido preparado para volver a ser utilizado.

La patente registrada de la compañía alicantina es lo más parecido a la gallina de los huevos de oro. La subida de precio del petróleo hace que derivados como el aceite industrial sean mucho más caros de producir. Esto, sumado a las sanciones impuestas por la Unión Europea a Rusia en temas de combustibles, le da una ventaja competitiva única al poder ofrecer su producto mucho más económico.

Refinería y expansión

Tal es el éxito de la idea que, sin haber comenzado su actividad en la refinería, que tendrá una capacidad de procesar siete toneladas al día, ya ha vendido los primeros 100 millones de euros producidos. El gerente indica que la alta demanda se debe a que "en países como Polonia, la República Checa, Bielorusia, entre otros, tienen problemas de suministro de lubricantes porque sus economías dependían del transporte de carretera con Rusia. Con las sanciones y limitaciones al transporte de hidrocarburos se han encontrado en la tesitura de que sus industrias no pueden funcionar porque casi toda la maquinaria lo necesita".

Este sistema de filtrado ya está patentado en Estados Unidos y está involucrado en un proceso para actuar en la Unión Europea, "sin que exista ninguna otra empresa que realice un procedimiento similar". El futuro de la joven entidad pasará por su expansión a diferentes partes del continente con "pequeñas refinerías que se puedan duplicar de manera sencilla para dar servicio a mercados regionales de España como el País Vasco o en países como Alemania donde haya una gran demanda".

Esparcir sus instalaciones por el mapa de forma minimalista tiene la finalidad de que "no requieran de la logística que se necesitaría en un gran centro y que puedan atraer inversiones de menor cantidad en vez de tener que encontrar financiaciones millonarias", resalta Moreno.

Trabas a la innovación

Con una propuesta tan potente y un hueco en el mercado tan amplio, parece difícil creer que la Universidad de Alicante haya dejado escapar a E-zero. La empresa se mudó al Parque Científico de la UMH porque desde la institución alicantina "el apoyo fue nulo, no había ni facilidad en instalaciones ni con las licencias", lamenta.

La UMH sí que les tendió la mano con una ayuda "muy directa". Desde el punto de vista autonómico, el CEO también se muestra descontento y asegura que "no hay colaboración, al contrario, solo son trabas y trámites, un expediente tarda cuatro meses en responderse por la Generalitat". El Estado tampoco sale bien parado. El responsable critica que "el apoyo es cero" y pone el ejemplo de la licencia de residuos: "Para una startup se considera una actividad peligrosa y tiene que pagar 50.000 euros, mientras que una gran compañía no paga".