La nueva convocatoria del programa de vacaciones subvencionadas de la Generalitat Valenciana, destinado a empadronados que reserven dentro de la propia autonomía, vuelve a arrasar en sus primeras dos semanas de vida. Un total de 62.872 usuarios se han registrado para recibir la ayuda desde que se abrió el portal, el pasado 17 de enero. La primera convocatoria de 2022 cubre hasta el próximo 31 de mayo.
En total Turismo Comunidad Valenciana ha emitido un total de 9.000 bonos (empezó con 5.000 el día 17 y desde entonces ha liberado 2.000 más cada lunes), por lo que ahora mismo hay una lista de espera de más de 53.382 personas.
En total, y según las mismas fuentes, se han formalizado ya 5.876 reservas y hay 1.007 empresas adheridas al programa. El presupuesto para este año es de 15 millones de euros, y Turismo prevé que se beneficien unos 100.000 usuarios. La segunda convocatoria va del 19 de septiembre al 23 de diciembre.
El nuevo bono viaje de la Generalitat Valenciana es muy similar al que la autonomía puso en marcha en 2021: básicamente la Administración paga un importe de la reserva, que puede ser de hasta 600 euros.
La principal diferencia es que el porcentaje de lo que paga depende del número de estancias: para conseguir el máximo descuento, que es un 60% del total, hay que contratar cinco noches. Para quienes estén entre dos y cinco noches, la subvención es del 50%.
Este cambio se introdujo a petición del sector, desde donde se reclamó bajar el importe máximo de los bonos y primar las estancias con el objetivo de que llegasen a más gente. Para acceder a este programa el único requisito es ser mayor de edad y estar empadronado en la Comunidad Valenciana. Solo tendrán derecho a un bono por periodo, y tendrán que inscribirse de manera telemática en el portal que se ha creado con ese objetivo.
Un invierno complicado
El programa de vacaciones subvencionadas de la Generalitat Valenciana llega en uno de los peores momentos para el sector turístico desde el fin del cierre perimetral. Las restricciones a extranjeros en los aeropuertos, el miedo al ómicron y el retraso en los viajes del Imserso (que no se espera que lleguen hasta febrero) ha dejado a la mitad de la planta hotelera de municipios como Benidorm cerrada.
Las previsiones, tal como explicaron desde el sector en la reciente edición de Fitur, es remontar a finales de febrero, cuando la sexta ola cese y las restricciones empiecen a decaer. Pero las mismas fuentes advierten de que se trata de un escenario "muy voluble", por lo que iniciativas como el bono viaje ayudan la actividad aunque sea en mínimos.
En 2021, por ejemplo, la pandemia acabó con la mitad del negocio turístico de la Comunidad, y gran parte de sus trabajadores estuvieron en ERTE durante este periodo. La idea es que en 2022 las ventas alcancen hasta el 87% de las que se hacían en el año prepandemia, según un reciente informe del lobby Exceltur, pero todo dependerá de la evolución de los contagios y de la forma en la que los gobiernos aborden las restricciones a partir de ahora.