Primeros síntomas de recuperación del sector turístico de Benidorm después de pasar las "semanas más duras" desde el fin del cierre perimetral. Los hoteles de la capital turística de la Costa Blanca están empezando a anunciar sus reaperturas después de haber cerrado más de la mitad de la planta hotelera a mediados de diciembre, obligados por la sexta ola de Covid-19, las restricciones al turismo extranjero y el retraso en la llegada de viajeros del Imserso.
En concreto, y según la información actualizada de la patronal hotelera de la ciudad, Hosbec, entre el 5 y el 17 de febrero abrirán sus puertas establecimientos como el H10 de Poniente, Pierre & Vacances Levante o el RH Princesa. La mayor parte lo harán este viernes día 11.
En total unos 12 establecimientos han anunciado ya su intención de volver a operar en las próximas dos semanas, y se sumarán a una planta de 48 que han aguantado el tirón de la temporada baja. Es decir, que habrá 60 hoteles funcionando a pleno rendimiento.
La secretaria general de Hosbec, Nuria Montes, explicó que la idea de la patronal es que entre marzo y Semana Santa (que este año cae del 10 al 17 de abril) Benidorm opere "con relativa normalidad", exceptuando aquellos establecimientos que estén en procesos de reforma.
También se prevé que las ocupaciones no remonten hasta que no se eliminen las restricciones a los viajeros internacionales, muy especialmente a los británicos, a quienes se les exige pauta completa de vacunación para entrar en España. Esto ahora mismo es imposible en el caso de los adolescentes, porque aún no se ha cumplido el periodo para que reciban la sedunda dosis. Hace tan solo una semana los empresarios pedían al Gobierno que tomase medidas para flexibilizar esta medida y poder volver a captar el turismo familiar.
Montes también recordó que las previsiones, "en la situación actual, hay que cogerlas con pinzas", y que todo está sujeto a las restricciones que adopten las administraciones y a la evolución de los contagios durante los próximos meses.
¿Fin de la sexta ola?
De momento, y según los datos de las dos últimas semanas, lo cierto es que parece que en la Comunidad Valenciana la sexta ola está viviendo sus últimos coletazos. Este mismo lunes la Conselleria de Sanidad reportaba 19.000 nuevos contagios durante todo el fin de semana y más de 37.000 altas. La presión hospitalaria está descendiendo y el número de fallecimientos también.
Esto vendrá acompañado del fin de la mascarilla obligatoria al aire libre, aunque la Comunidad Valenciana mantendrá durante todo el mes la obligación de presentar el pasaporte Covid. Los empresarios consultados por El Español recuerdan "la importancia" de que las restricciones sean las adecuadas a cada momento, para no producir una crisis de confianza en el destino que pueda perjudicar la recuperación.
En esta coyuntura el último factor que queda por recuperar es el del Imserso. El operador de este año, Mundiplan, estaba teniendo problemas para vender los paquetes, que se han empezado a comercializar con dos meses de retraso. Los hoteles consideran que un programa tan tardía "no tiene ningún sentido" porque no ayuda a la desestacionalización, que es la principal razón de ser del Imserso.
De hecho, en condiciones normales, a partir del mes de marzo los establecimientos no necesitan ningún estímulo a la demanda para cerrar buenos datos de ocupación hasta octubre.
La gran incógnita es qué pasará este verano, sujeto aún a muchos posibles cambios por la situación epidemiológica. Desde Hosbec, de hecho, aseguraron que el hecho de que la sexta ola haya pillado en temporada baja es "una ventaja" de cara a las cuentas de resultados, y advirtieron de que, si esta situación se repite en la época estival, habrá muchos problemas.