Lo reconocen
Preguntada a la abadesa por este medio, ha rechazado realizar declaraciones. "No tengo nada que decir", ha dicho. Sin embargo, según el ayuntamiento de Mula, en manos del PSOE, en los encuentros que ha mantenido con la institución religiosa de la localidad y la ilicitana, "las Hermanas Clarisas confesaron haber trasladado, por cuestiones de seguridad, todo el patrimonio al convento de Hermanas Clarisas de Elche, ya que es el convento al que van destinadas las dos hermanas que forman la comunidad de hermanas de Mula".
"Se les ofreció los medios del Ayuntamiento para la devolución de las piezas así como el Convento de San Francisco, edificio que tiene un lugar de seguridad habilitado a tal efecto, como lugar donde albergar de forma temporal las piezas y así librar a la Comunidad Religiosa de la posible sanción que puedan sufrir", avanzaba el ayuntamiento hace un año. Sin embargo, no hubo manera; "encontrándonos con una respuesta negativa ante la propuesta del Ayuntamiento, negándose a la devolución de las piezas artísticas". Entonces se rompieron las negociaciones "unilateralmente".
La abadesa recurre
Según el Ayuntamiento de Mula y la comunidad autónoma de Murcia han venido llevando a cabo "una constante comunicación con las hermanas clarisas para enmendar la infracción cometida y solucionar de la mejor manera y sin que supusiera perjuicio hacia la Orden Religiosa". Sin embargo, "la nula voluntad de reparo del daño", ha llevado a la Dirección General de Patrimonio Cultural a elevar distintas resoluciones, siendo recurridas todas ellas por la abadesa y desestimadas posteriormente por la Dirección General.
Ante la negativa de restituir el daño, el 3 de diciembre de 2020 se inició el expediente administrativo sancionador contra la abadesa, en condición de Superiora de las Monjas Clarisas de Elche, donde se refleja que “…de forma inicial se desprende en la abadesa una actuación reflexionada, meditada y planificada como responsable del traslado".
Y continúa: "Es por ello por lo que no se puede considerar un mero desconocimiento en cuanto al deber de cumplir con las obligaciones impuestas por la ley sino más bien una conducta fruto de un plan preconcebido e intencionado para evitar toda intervención administrativa, así como los controles previos por parte de la Dirección General".
Para concluir: "Haciendo mención especial a la situación de incertidumbre que se ocasionó y sufre actualmente esta Administración Regional al no haber tenido conocimiento del traslado y por la desaparición de estos bienes muebles a un destino fuera de nuestros límites territoriales".