Lo que el autor de 'El patito feo' o 'La sirenita' adivinaba a mediados del siglo XIX, aún le cuesta entender al turista. El escritor y poeta danés Hans Christian Andersen, en la última etapa de su vida, se dedicó a viajar por numerosos países de Europa. 'En España' (1862), hace una parada literal en la ciudad ilicitana, de la que se puede leer: "Nos acercábamos a Elche, ya se distinguía su valle rebosante de frutos y su inmenso palmeral, el mayor y más hermoso de Europa, el más paradisíaco de toda España".
Un verso que denota la importancia que tiene este paisaje urbano y que, a su vez, pone en evidencia lo mucho que falta para darlo a conocer. Porque el visitante que llega a la tercera ciudad valenciana más poblada no se aclara. Como ha reconocido este viernes el concejal de Turismo, el socialista Carles Molina, las preguntas se suceden en este sentido en la Oficina de Turismo: "Por la que más preguntan los viajeros es el Palmeral de Elche. Vienen con la idea de que este punto solamente se trata del Huerto del Cura, pero desde la Oficina de Turismo se les muestra que no es así y que tienen más sitios que visitar que el propio jardín donde reside la Palmera Imperial”, explica el concejal.
Compuesto de más de 200.000 ejemplares, el palmeral de Elche engloba a buena parte de la ciudad, luce desde hace mil años y fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el 2000. Plantación realizada en su orígenes con fines agrarios, y dispuestas ordenadamente, su expansión hay que agradecérsela a los árabes cuando fundaron lo que hoy es el casco urbano con la intención de que sirviera de red de riego, un sistema que se ha mantenido en la actualidad y que la UNESCO valoró positivamente para otorgarle la distinción.
Promoción turística
En conversación con el edil Molina, explica que, desde que comenzó la corporación, están trabajando para que el Palmeral Histórico, "principal atractivo de la ciudad", sea inteligible. Para ello, asegura que los paquetes de 'Experiencias en Elche' que están ofreciendo a los visitantes "están funcionando muy bien", especialmente el de la visita a una explotación de dátiles en un huerto donde, además de probarlos, lógicamente, se puede subir a una palmera.
Otros paquetes más amplios incluye, por ejemplo, la asistencia a un taller de palma blanca tradicional, de donde salen estos ornamentos (a diferentes puntos de España e incluso del Vaticano) con motivo de la festividad del Domingo de Ramos. También existe otro pack "cultural" para visitar los principales museos y la basílica de Santa María, templo donde se celebra los últimos cinco siglos el Misteri d'Elx, también Patrimonio de la Humanidad.
Sin fiestas, con turistas
Durante este verano se ha dado la paradoja de que una ciudad con histórico déficit turístico ha visto incrementar sus visitantes en las fechas en las que celebraba sus fiestas tradicionales como la Nit de l'Albà o el Misteri, importantes atractivos que tenían lugar la segunda semana de agosto hasta la aparición del Covid.
Así, en este mes, ha aumentado en más de un 30% el número de turistas nacionales con respecto a 2019, ultimo año previo al pandemia, gracias a turistas de Navarra, País Vasco, Cataluña, Madrid y de la propia Comunidad Valenciana. Aunque, en términos generales, la ausencia del turista extranjero sigue lastrando el balance, con un descenso general de la afluencia de turistas del 30% en comparación con hace dos años, habiendo recuperado por tanto el 70% de los visitantes.
El tiempo de residencia en la ciudad suele ser corto, ya que la mayoría de viajeros están solo de paso por la ciudad. Sin embargo, las grandes cifras hoteleras registradas en los últimos meses demuestran que hay muchos visitantes que sí duermen, al menos durante un día, en el municipio.
Con todo, Elche aún está lejos de considerarse municipio turístico. Con un total de 3.214 turistas nacionales en las tres primeras semanas de agosto, los hoteles rozaron prácticamente el lleno, una excepción temporal que poco a poco se va corrigiendo. Como reconoció Molina este viernes, la mayoría de viajeros están solo de paso por Elche y los que hacen noche, solo pasan un día.