Al final, su ensañamiento en redes sociales con la Guardia Civil ha acabado con el pequeño Nicolás de Crevillente entre rejas tras burlar la acción de la Justicia durante 5 años. Según ha podido confirmar EL ESPAÑOL De Alicante, el Instituto Armado ha detenido a este "peligroso" estafador, que pasó de anunciarse en Internet como miembro asociado del PP, inspector de las Naciones Unidas y presidente de una multinacional, entre otros muchos cargos postizos -con los que había cometido numerosas estafas online- a usar páginas de Facebook para, presuntamente, lanzar mensajes de odio contra empresarios y políticos locales, así como contra la Benemérita.
Pero su detención no ha sido precisamente sencilla. Fuentes autorizadas de la Guardia Civil de Alicante señalan que vivía atrincherado en el chalé de su madre, custodiado por cámaras de seguridad desde donde pretendía eludir a la Justicia, que le reclama hasta 24 órdenes de búsqueda, detención y personación en varios juzgados del país. Iniciada su espiral delictiva en 2010, se pasó los 6 años sorteando su entrada en prisión, que no se produjo hasta su detención el 28 de agosto de 2016. Para ello, los agentes lograron entrar en "su extensa vivienda" y apresarlo instantes antes de que se pudiera encerrar en la habitación del pánico que había construido, blindada y con víveres "para pasar un tiempo".
Pero, su paso por la cárcel fue corto, el tiempo que tardó en reunir el dinero para el pago de una multa económica. "Y pasaron los años y siguió acumulando estafas y calumnias a través de internet". De hecho, su historial policial podría haber sido más grande de haberse consumado las denuncias de vecinos de Crevillente con los que había tenido "problemas", y que finalmente optaron por no presentar cargos "por miedo", aseguran varias fuentes, incluidas las que se dicen ser "víctimas" de este individuo de nacionalidad española.
Su historial no es solo amplio, también variado: además de los recurrentes delitos por estafa "por toda la geografía nacional", injurias, coacciones y vejaciones, pesan sobre él presuntos delitos de atentado contra agente de la autoridad, quebrantamiento de condena, malos tratos en ámbito familiar, usurpación de estado civil, falsificación de documentos públicos o apropiación indebida, entre otros.
Su última detención
Sin embargo, ahora la detención tuvo lugar la tarde del pasado miércoles en una calle céntrica de Elche. Otras fuentes autorizadas de la Guardia Civil explican que, gracias a las vigilancias constantes en su domicilio de Crevillente, lograron trazar una rutina de este individuo de 45 años hasta que un operativo lo sorprendió en la vecina Elche.
Su detención se empezó a fraguar a principios de julio, cuando el Instituto Armado de Crevillente inició una investigación centrada en el supuesto de delitos de odio por los insultos que les iba lanzando este hombre en un grupo público de Facebook. “La Guardia Civil roba y asesina ciudadanos para quedarse con su comida”, o “La Guardia Civil, los encargados de hacer cumplir la Ley han recibido dinero a cambio de no realizar su trabajo”, son solo algunos de los ejemplos.
Así, los agentes lograron verificar a este usuario tras constatar "que esta persona utilizaba la red social como medio para trasladar un discurso de odio y rechazo hacia el Instituto Armado". Y no fue fácil porque, como afirman desde el cuerpo, se había hecho valer de unos 4.300 perfiles de usuarios distintos en los que publicaba información falsa sobre su propia identidad y su paradero.
Una vez que fue descubierta su verdadera identidad y ubicada su residencia actual en Crevillente, así como conocedores de que estaba reclamado por la Justicia y que recaían sobre él cinco nuevos señalamientos de búsqueda, detención y personación de distintos Juzgados, fue clave que uno de ellos, dimanante de la Audiencia Provincial de Alicante, reclamaba -a diferencia del resto- su ingreso en prisión.
El resto de órganos reclamantes eran Juzgados de Madrid, de Mollet del Vallès (Barcelona), de Palma de Mallorca (Baleares) y de Elche (Alicante). Ha sido puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de Elche, que ha decretado su ingreso en prisión desde el pasado viernes para cumplimiento de una condena de 9 meses por una sentencia de la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Alicante, por un delito de estafa cometido en Crevillente en el año 2010.